Jueza de fútbol sala en los Juegos de la Orinoquía y Amazonía
Prensa Coldeportes
Carácter. Esa palabra significa mucho para Yury Angélica Sulvará, quien se desempeña como jueza de fútbol sala en los sextos Juegos de la Orinoquía y Amazonía, con sede en San José del Guaviare.
Su labor está sujeta a la vocación. Por lo menos así lo asegura esta bogotana de 28 años de edad, quien intenta impartir justicia con el mayor equilibrio posible. "Es una profesión complicada en la que se debe ser imparcial. En ocasiones hay jugadas que pueden llegar a ser subjetivas, por lo que hay que estar muy atento", afirma. (Escuchar audio)
A la par con su trabajo como jueza, Yury cursa noveno semestre de licenciatura en educación física en la Corporación Universitaria Cenda, institución que representa en otra faceta. "Hace dos años juego fútbol sala, me gusta porque me da la oportunidad de tener otra mirada en la cancha", explica.
El silbato es su principal herramienta de trabajo, sin embargo afirma que el lenguaje corporal lo dice todo. De hecho también arbitra en partidos de rama masculina, en los que según ella pocas veces enfrenta reclamos de los protagonistas.
La falta de oportunidades de ascenso en fútbol la impulsaron a cambiarse de disciplina. "Pertenezco a la Asociación de Árbitros de Fútbol de Bogotá y mi sueño siempre ha sido obtener una escarapela Fifa", indica Yury, quien encontró en Héctor Cadena, árbitro colombiano con gran experiencia internacional, a uno de sus referentes.
Los Juegos de la Orinoquía y Amazonía son un escenario en el que esta amante del deporte espera servir y aprender para seguir cosechando frutos que en un futuro no muy lejano se verán representados en un reconocimiento del máximo ente del fútbol a nivel mundial, un sueño que día a día materializa a pasos acelerados.
Los Juegos, oficialmente inaugurados
La sonrisa que acompañó a Danis Rentería, director de Fomento y Desarrollo de Coldeportes, fue una muestra inobjetable de la alegría que produce inaugurar un certamen de la importancia de los Juegos de la Orinoquía y Amazonía.
En la noche de este martes, un centenar de bailarines, deportistas y comunidad guaviarense, iluminó el estadio Yaquiraná, epicentro de un acto que le dio apertura oficial a las justas.
Tras más de hora y media de bailes, juegos pirotécnicos y juramento al juego limpio, se encendió el fuego que le da vida a la sexta edición de los Juegos, un espacio de reconstrucción de tejido social en el que la fraternidad es la dueña del papel protagónico.