Un total de 171 personas prestaron sus servicios en las dos sedes de los Juegos de Mar y Playa
Prensa Juegos de Mar y Playa - Coldeportes
Al enumerar las bondades del Pacífico colombiano resulta imprescindible hablar del don de gentes. Atender a quienes visitan este territorio rico y diverso parece una condición innata en quienes lo habitan.
Ni hablar de los voluntarios que aceptaron la invitación de Coldeportes para prestar sus servicios en los terceros Juegos de Mar y Playa, su papel ha sido determinante. Desde tareas como demarcar el terreno de competencia hasta apoyar en el protocolo de premiación o entregar a tiempo los refrigerios, su disposición es admirable.
Un total de 171 personas entre hombres y mujeres, tanto en las playas del Morro como en la isla de Bocagrande y Calima, conformaron un equipo de verdaderos servidores. "Fue una experiencia muy significativa porque los voluntarios recibieron una capacitación del Sena durante más de 40 horas y pudieron brindarles atención a todos lo visitantes", aseguró Manuel Yesid Araújo, coordinador de los terceros Juegos Deportivos Nacionales de Mar y Playa. (Escuchar audio)
No solo fue un apoyo para las justas, las labores que desempeñó este grupo de incansables trabajadores le dio un valor agregado al certamen que sirvió como vitrina para mostrarles al país y al mundo entero que si de algo se enorgullece Colombia es de la calidez de su gente.
"En Tumaco se capacitaron en vender la ciudad, en promocionarla, en hacer sentir a los visitantes como en casa y en dar a conocer todas las bondades que tiene la ciudad", agregó Araújo.
Para Nelly Andrea Max, estudiante de logística empresarial en el Sena, "ha sido la mejor experiencia de mi vida porque me he empapado de todo lo que se requiere para que un evento de esta magnitud sea un éxito". (Escuchar audio)
Además de la vivencia de deportistas, oficiales y asistentes, los voluntarios se gozaron las justas a su manera. "En Tumaco no existen empresas de logística, pero con los conocimientos que he aprendido durante estos días podría crear una idea de negocio para presentársela al Sena y salir adelante", puntualizó Nelly, una bolivarense que desde hace un año, no solo aceptó mudarse de residencia, sino que además se dejó enamorar de la Perla del Pacífico.