Foto: Son 1.400 voluntarios los que hacen parte de las justas bolivarianas.
El voluntariado, una oportunid
Julián Barragán, estudiante de Gestión Deportiva que apoya como voluntario el desarrollo de los Juegos Bolivarianos Valledupar 2022.
Prensa Mindeporte
Valledupar, domingo 26 de junio de 2022. La fiesta bolivariana comenzó y ha brindado a los colombianos la oportunidad de ser testigos de lo mejor del deporte regional desde diferentes roles. Unos como espectadores, en vivo o por streaming, otros desde la organización y también en el voluntariado. Ese es el caso de Julián Fernando Barragán Barrera quien, sin importar su discapacidad, aporta a la correcta ejecución de las competencias.
Su labor en Valledupar consta de recorrer escenarios, verificando que el uso de la marca, tanto de los juegos, como de sus patrocinadores, esté bien implementada, que los pendones, pasacalles y backing estén perfectos para cautivar a los locales y asistentes internacionales. Esto, aparte de ser su tarea, es lo que más disfruta de los Bolivarianos, pues le permite, así sea por cortos instantes, disfrutar del desarrollo de los juegos.
"Intenté ser voluntario en el Mundial de Parapowerlifting, que se iba a realizar en Colombia, pero por la pandemia no pude hacerlo. No quería dejar pasar la experiencia y me apunté a ser parte de los voluntarios de los Juegos Bolivarianos, así llegué a Valledupar", expreso Julián.
Su amor por el deporte nació a muy corta edad. Disfruta, principalmente, del fútbol y el baloncesto, y dice que, si decidiera practicar algún deporte, incursionaría en el voleibol sentado, disciplina que en Colombia ha incrementado sus adeptos y cuya selección nacional ha participado ya en grandes certámenes internacionales.
En Bogotá, de donde es oriundo, sigue conectado con el deporte, pues estudia Gestión Deportiva. Actualmente cursa quinto semestre. Ante el micrófono, se define como una persona tímida, pero en el desarrollo de su labor se le ve bastante activo y sociable, habla con otros voluntarios y se toma muy en serio su trabajo.
Expresa que está "encantado con Valledupar y los juegos" porque le han permitido estar cerca de personajes a los cuales admira. "Estuve a menos de 10 metros de Carlos Julio Guzmán, un periodista que admiro porque lleva mucho tiempo en el deporte; me gustaría poder hacerlo igual".
Su jornada arranca sobre las 8:00 a.m. y se extiende hasta el último deporte al que lo programen. En algunas ocasiones, en altas horas de la noche. Su actitud de servicio es admirable y a pesar de las largas jornadas, siempre se le ve una sonrisa en la ejecución de su encomienda. Julián, al igual que el equipo de voluntariado, atienden con calidez a nacionales y visitantes, reforzando la imagen de un país de gente amable, cordial y diligente.
Aún restan 10 días de competencias, pero ni Julián ni los profesionales y voluntarios que trabajan para el desarrollo de los juegos se van a detener, pues la misión en Valledupar es escribir otro importante capítulo en la historia deportiva del país como organizador de grandes eventos internacionales.