Prensa Mindeporte
Cartagena, 4 de diciembre de 2019. Belén Olivarez Vélez es fisioterapeuta y trabaja hace 20 años con el Ejército Nacional de Colombia. Desde el 2013, forma parte del equipo de la selección Córdoba de voleibol sentado.
"La parte humana me acercó al deporte paranacional. Este grupo de para atletas me inspira, casi todos estuvieron en el Ejército y fueron amputados por minas antipersona", manifestó Olivarez.
Hace seis años, cuando Belén conoció a estos cordobeses aguerridos, percibió que eran personas muy ausentes, "no les gustaba mostrar sus prótesis, se sentían avergonzados. Sin embargo, el tiempo pasó y se convirtieron en un colectivo seguro, hasta el punto que ellos empezaron a enseñarnos lo que es la superación", reveló la fisioterapeuta colombiana.
Una de las historias que han marcado al equipo de voleibol sentado es la de Román Alonso Madrid.
El número 10 de la selección, tiene una amputación bilateral a causa de una mina antipersona que detonó en el 2007, cuando estaba en servicio en el municipio de Valdivia, Antioquia. Después de este episodio se negó cinco años a usar prótesis en las piernas y se empeñó a movilizarse en silla de ruedas.
Pero fue gracias al deporte que el monteriano de 32 años, encontró la motivación para subirse en los encajes de las prótesis, "no me gustaban, pero al ver a mis compañeros decidí hacerlo, si ellos podían, yo también", manifestó el para atleta, quien tardó un año en adaptarse a este cambio.
Fueron esos mismos amigos los responsables de impulsarlo a ser un voleibolista paranacional. Estas son las tres razones que lo convencieron. "La primera, el deporte es la mejor estrategia para enfrentar una discapacidad; la segunda, el mantenerse en forma lo haría sentir mejor y la tercera, encontraría una segunda familia", fue parte el discurso que llevó a Madrid a iniciar sus entrenamientos en estas disciplina.
La fisioterapeuta Olivarez compartió un poco del trabajo que realiza con los soldados retirados, "estoy muy pendiente de su acondicionamientos físico, de sus estiramientos y también me encargado de las prótesis. En el departamento dos veces al año hacemos una brigada con un carro-taller", afirmó.
"No existen las casualidades, sino las ‘diosidencias’. Le doy gracias a Dios por estar vivo, sé que él me tiene para cosas grandes", fueron las palabras de este representante del deporte paranacional en la región Caribe, quien busca a través de este testimonio darle esperanza a muchos colombianos.