Prensa COC - Coldeportes
Rubén Rubiano, el psicólogo de la delegación nacional en Cali, explica cómo fue el trabajo aplicado al grueso de los atletas que participaron en tiro deportivo, golf, bowling y ciclismo de pista.
El pasado lunes se celebró el día del psicólogo. Fecha que pasó desapercibida en la concentración de Colombia en Cali porque ya la selección de pista estaba metida de lleno en el estreno en los Bolivarianos.
Algunos colegas llamaron o le enviaron mensajes al celular a Rubén Darío Rubiano, responsable del trabajo mental de nuestros atletas en la subsede de los juegos. "No tuve un día sino dos semanas de celebración al estar aprendiendo y compartiendo con los mejores del país, con los entrenadores, metodólogos y demás profesionales de la salud", cuenta con orgullo este profesional de la Universidad del Valle que inicia su segundo ciclo olímpico.
Ya apoyó a Colombia en los pasados Bolivarianos de Trujillo, Centroamericanos de Veracruz, estuvo también en los Suramericanos de Chile y ahora en Cali aparte de sentirse en casa por trabajar de base con Indervalle, entiende que su área cada vez gana más espacio y sobre todo, aceptación entre los atletas.
Rubiano advierte que la intervención no se hace de manera directa sobre el deportista, ya que previamente "hay una conexión con los metodólogos para luego contactar a los entrenadores en esa aproximación de concentración, preparación y estrategia". "Es un proceso del que también hacen parte el médico, el nutricionista, los fisioterapeutas, en fin, un trabajo interdisciplinario y en sincronía", agrega.
Para este profesional con especialización en psicología del deporte y el ejercicio de la Universidad El Bosque, "a la hora de intervenir, hay varias formas para hacerlo y dependen de si ya ha habido una aproximación, retroalimentación o si por primera vez se trata al deportista".
Y para explicarlo mejor, el psicólogo de 50 años puso como ejemplo una situación que experimentó durante la propia competencia: "En tiro deportivo ya había tenido la posibilidad de trabajar con Danilo Caro, ya había un proceso con él, mientras que con el más joven del equipo, Esteban, se tuvieron que hacer ajustes puntuales y en la final del trap por equipos, él fue el que definió para ganar el oro, así que las intervenciones se hacen según las necesidades".
Rubiano tuvo la posibilidad de interactuar con los golfistas, preliminarmente con el equipo de bowling, mientras que en ciclismo fue donde más campo de acción encontró, al ser el deporte que en la segunda semana de competencias, no cruzó con otro dentro la programación en Cali.
"Siempre fuimos claros con el grupo al advertir que no llegábamos con temas ni teorías, sino en un ejercicio de retroalimentación y coordinación, y la verdad con la interacción hemos compartido en distintos escenarios, en el comedor, en el transporte y la verdad varios de ellos han sido muy receptivos", resalta el especialista, que al igual que los atletas, sueña con estar en Tokio 2020.
Alguien que tiene todo para estar en dicha cita es Mariana Pajón, la bicampeona olímpica que luego de confirmar por qué es la reina mundial del BMX, se estrenó en la pista con gran suceso. Le resultó particular el caso de la estelar pedalista porque como tal, "despierta mucho interés a su alrededor y en este tipo de deportistas es fundamental mantener la concentración para la puesta a punto de la competencia, tienen que manejar su enfoque"
"Con ella estuvimos muy pendientes de eso, identificar los momentos en que se separa la figura de ícono social de la de la atleta que tiene una responsabilidad. Lo entendió, aceptó y siempre cooperó de gran manera", agregó Rubiano.
El psicólogo de Colombia resaltó que Pajón es campeona dentro y fuera de las pistas. "Trabajamos en dos variables específicas, pero no es modificación en su proceso, simplemente un par de cosas por lo que pasaba a una nueva modalidad y compartía con otro grupo, así que entre todos intentamos aportarle y apoyarla porque cada circunstancia es nueva y Mariana siempre deja ver su don de gente y deportista, siempre abierta y ajusta en cada momento las variables para ser mejor", resaltó.
De todos Rubiano se retroalimenta a diario. Y estos Bolivarianos no sólo dejan oros, también muchas enseñanzas y trabajo por hacer en lo que resta del ciclo para llegar lo mejor posible a Tokio 2020. Esa es apenas una meta, porque a todos los deportistas que interviene les deja en claro una lección propia de la vida: "El atleta nunca termina de aprender…"