David Gutiérrez es entrenador de la selección de Colombia desde 1989 y es quien, desde la esquina, anima y aconseja a los luchadores.
Prensa Mindeporte
Valledupar, 04 de julio de 2022. "Esta medalla de oro es el resultado de un trabajo en equipo, de saber seguir las indicaciones de los entrenadores. Sin ellos, esto no hubiera sido posible", dice Dicther Toro tras lograr el primer puesto en lucha, hasta 60 kilogramos, su segunda en unos Juegos Bolivarianos. Abrazos, sonrisas y hasta con un suplex, una llave habitual de la lucha, fue su celebración con ellos, con quienes se preparó para alcanzar este logro.
Durante la final, en la esquina roja, la voz del entrenador, David Gutiérrez, era la que predominaba: ??mantenga la concentración, dele con calma, usted es quien está dominando??. Palabras sencillas, que servían para que el luchador mantuviera su enfoque en el enfrentamiento contra el peruano, Joao Benavides, para que no se confiara con el resultado que se proyectaba en pantalla. Y es que en el deporte cualquier pestañeo puede significar la derrota.
Gutiérrez, que ha sido entrenador de la selección nacional de lucha desde 1989 y que ha dirigido a deportistas como Jackeline Rentería, Edinson Hurtado, Huber Escobar, Cristian Mosquera, Fernando Izquierdo o Carlos Izquierdo, busca siempre transmitir su sabiduría desde la esquina, porque en ese constante aprendizaje está convencido de que desde ese lugar específico solo se dan indicaciones cuando el atleta está nervioso. "Lo que uno hace es analizar el combate y según lo que uno ve se hace una sugerencia", dice.
Y es que en ese trayecto que hay desde la colchoneta de calentamiento hasta el tapiz de competencia, por la cabeza del atleta pasan mil pensamientos y sensaciones, que pueden desestabilizar el enfoque. Ahí es cuando aparece la figura del entrenador, quien debe conocer al deportista para poder inyectarle lo que necesita. "Hay unos a los que les gusta que les golpeen las piernas, otros que, simplemente, piden que no les hablen o que les den agua. Diferentes maneras", resalta.
Los entrenadores deben tener la capacidad de visualizar lo que quiere cada uno, para que ellos no se desconcentren de lo que tienen que hacer en el combate. Es un trabajo en equipo porque las indicaciones desde la esquina pueden ser fundamentales para ganar o perder el combate. "Se dan sugerencias al atleta para que él haga lo correcto, pero muchas veces, uno también se equivoca y es algo que se debe reconocer", dice Gutiérrez.
La conexión entre atleta y entrenador es fundamental para alcanzar esas grandes metas establecidas. Por eso, cuando Dicther Toro ganó el oro, los primeros abrazos los repartió entre sus entrenadores. Gracias al método que ellos implementaron con él, ha logrado sonreír a nivel internacional, a destacarse en su categoría y los Juegos Bolivarianos son la prueba de ello.