Las mujeres se abren su espacio en el juzgamiento de los Juegos del Bicentenario. Son ejemplos de disciplina y perseverancia
Prensa Mindeporte
Cartagena, noviembre 5 de 2019. Ellas coinciden en muchas cosas, pero son dos los motivos por los que están en el mundo del arbitraje. Quieren ser jueces Fifa y aman el fútbol.
"Llegué a este deporte gracias a mi papá. Él fue árbitro y decidí seguir sus pasos. Aunque en un principio estuve en el patinaje, sentí que esta profesión me llamó", explica Yisel Suárez, quien quiere darle continuidad a una tradición familiar y hacer parte de ese gran grupo de mujeres que decidieron vestirse de cortos para hacer respetar las normas en el campo de juego.
Ellas le ponen el toque de belleza femenino a cada juego en el estadio Jaime Morón, porque al igual que los hombres, están capacitadas para estar en el terrero de juego.
"Nosotras tenemos mucho carácter. Ellos creen que con nosotras será más fácil pero claramente no es así. Somos buenas para poner el orden", explica Maykelis Barreto, quien además tiene claro por qué no siguió como jugadora de fútbol.
"No me iba bien y por eso no jugué más. Pero sabía que quería estar en el fútbol de cualquier forma", agrega. Unas como juez central y otras de asistentes, pero tienen claro lo que quieren. Se están capacitando para llegar a lo más alto que pueden llegar. "Mi sueño es ser árbitro Fifa, estamos en toda la capacidad de hacerlo y de igual manera hay una responsabilidad extra", asegura Paula Pomares, quien llegó hace tres años al arbitraje.
Su contacto fue por amor al fútbol. Participó en el primer campeonato de la Liga Femenina de Colombia con el Real Cartagena e hizo parte de varios procesos de selecciones Bolívar, pero el juzgamiento terminó por convencerla.
Las mujeres siguen demostrando que están en igualdad de condiciones y en los Juegos Paranacionales lo demuestran. Dayana Valenzuela sabe lo que deben tener para cumplir con sus objetivos… "Disciplina y profesionalismo. Cuando saltamos a la cancha representamos a todas las mujeres y eso no se nos puede olvidar".
Con resiliencia y optimismo están encarando el RETO de abrirse un espacio en el referato nacional, con lo que de paso han derrumbado barreras y prejuicios. Ahora ocupan un lugar muy importante en estos Juegos del Bicentenario. Y se lo ganaron a pulso.