Este deporte paralímpico ya le ha dado triunfos a Colombia a nivel parapanamericano. La ilusión se centra en María Angélica Bernal para hacer historia en Tokio 2020
Prensa Mindeporte
Bogotá, D.C., mayo 20 de 2020. A la hora de practicar cualquier deporte, aparte de dedicación y disciplina, se requiere de otra serie de virtudes y, por supuesto, de cierta habilidad para desarrollarlo. Pero cuando a ese talento hay que sumarle un complemento determinante, su complejidad es mayor. Por eso el tenis en silla de ruedas encierra una particular admiración. Lograr que ella y el atleta sean uno solo en la cancha, no lo hace cualquiera.
Este deporte nació en 1976, cuando Brad Parks fue el primero en golpear una pelota de tenis desde su silla de ruedas. Este estadounidense encontró una segunda oportunidad en la práctica deportiva, debido que a la edad de 18 años sufrió un accidente durante una competición de esquí estilo libre y quedó en condición de discapacidad.
La Federación Internacional de Tenis en Silla de Ruedas (Internacional Wheelchair Tennis Federation, IWTF) se fundó en 1988 y diez años más tarde fue reconocida oficialmente y pasó a ser parte de la Federación Internacional de Tenis (Internacional Tennis Federation, ITF), para que el ente rector de la disciplina en el mundo, promocionara y desarrollara esta modalidad de mejor manera y con más recursos.
En 1988, el atleta colombiano Luis Hoyos compitió en atletismo en los Juegos Paralímpicos de Seúl, Corea, y en esa edición aceptó la invitación de participar en la exhibición de Tenis en Silla de Ruedas, que cuatro años después, en Barcelona 92, se convirtió en deporte paralímpico.
Su desarrollo en Colombia, en el año 2.000, marcó un antes y un después. En ese año la Liga de Tenis de Bogotá dio su aval para la práctica en sus instalaciones y, tres años más tarde, se inició la participación en torneos nacionales, gracias al primer evento celebrado en Cali.
El seleccionador nacional, Édgar Alexander Pinzón, tiene como referente a Esther Vergeer, la holandesa que dejó grandes números en el tenis en sillas de ruedas: 21 Grand Slam ganados a nivel individual; 23 en dobles; cuatro oros paralímpicos individuales; tres medallas paralímpicas de plata en dobles; 14 masters; 148 títulos individuales y 668 semanas como número uno en el ranking mundial.
En el escalafón de la IWTF los mejores ranqueados del país son María Angélica Bernal, en mujeres individual (puesto 12); Eliécer Oquendo, en hombres individual (121); en dobles femenino la propia Bernal (23) y Johanna Martínez (95); en dobles masculino Manuel Sánchez (97) y Pedro León (98), mientras que en Quads, Elsa González se ubica en el lugar 63.
"A los 11 años comencé a practicarlo. Me abrió la cabeza y el mundo me enseñó a aceptar a los demás, aprender de las personas, a tener más disciplina, determinación y carácter. Gracias a él, viajar sola me ha hecho más independiente y me ha permitido planear mejor mis cosas", reconoce Bernal, la gran esperanza colombiana en Tokio 2020.
Para María Angélica, el tenis en silla de ruedas le ha dado muchas satisfacciones al permitirle poner metas más altas y trabajar a diario por ser una mejor tenista y persona. "Lo que siempre agradeceré es que me dio la oportunidad de ayudar a personas con discapacidad, a cumplir sus sueños y formarse como tenistas".
A parte de ser la mejor raqueta del país también es entrenadora de la corporación Semillas sin Barreras, con la que le enseña a niños discapacitados en la Unidad Deportiva El Salitre de Bogotá. Un corazón bondadoso más un talento inagotable: su fórmula del éxito.