PRENSA MINDEPORTE
Paipa, 9 de noviembre de 2019. Con la madurez propia de una persona que ha tenido que enfrentar situaciones adversas en su vida, el voleibolista Manuel José Rodríguez, cuenta cómo ha tenido que repartir su tiempo entre el trabajo, el estudio y los entrenamientos con su equipo de la Institución Educativa Prudencia Daza de Valledupar, en el Cesar. A sus 16 años es quien responde por su madre y vela por sí mismo.
Manuel José es de esos jóvenes que el deporte rescató de la violencia, el vandalismo y las drogas. Vive en uno de los barrios más vulnerables de Valledupar, el 9 de Marzo. Hace un año trabaja y hace dos se vinculó al equipo de voleibol de su colegio. Sus ganas y empeño lo han traído hasta la final nacional de Supérate Intercolegiados.
"Mi mamá es empleada de servicio y tuvo un accidente laboral, por lo cual no pudo volver a trabajar. Por lo tanto, tuve que asumir ese rol y repartir mi tiempo entre el estudio, el trabajo y el deporte. Me ha tocado muy duro, porque además de que somos muy humildes, solo estamos mi mamá y yo, es más no tenía ni siquiera zapatos con los cuales pudiera entrenar. Pero de estas adversidades uno aprende a levantarse y a seguir adelante", cuenta el joven atleta.
Su vida laboral se desarrolla en el área de publicidad, elemento que le ha servido para definir la profesión que quiere estudiar: "Trabajo con sublimación y estampación de prendas textiles. Quiero empezar diseño gráfico en alguna universidad de Cali, buscar una beca y seguir practicando mi deporte de manera profesional, por eso me voy al Valle", cuenta con seguridad.
La enseñanza que le ha dado la vida la define en que "todo en la vida es dedicación, respeto, responsabilidad y tener los valores necesarios para enfrentar los obstáculos y poder hacer bien las cosas", concluye.