Nadie es invisible en el programa estrella de Coldeportes
Prensa Supérate Intercolegiados
Dos entrenadores del Cauca y del Chocó son ejemplo de muchos profesionales que se levantan día a día pensando en tranformar a las nuevas generaciones.
En la cancha de baloncesto del Coliseo la Estancia, ubicada al norte de Popayán, se encontraron dos grandes entrenadores, de imponente altura, dirigiendo y animando a sus respectivos equipos de baloncesto femenino.
Uno de ellos nació en Puerto Tejada (Cauca), una región que continúa trabajando para sanar las heridas de la violencia. "Hace tres años empezamos un proyecto de escuelas de baloncesto. Este equipo que está hoy en el Regional Pacífico recoge las cosechas de un trabajo que hicimos con un grupo anterior", comparte Milton Javier Gómez, exjugador profesional de baloncesto en la selección juvenil de Colombia.
Para Gómez, quien lleva seis años participando en el programa de Coldeportes, las competencias de Supérate Intercolegiados son importantes para que los deportistas adquieran experiencia y aprendan más de la técnica y la táctica del baloncesto. "Si bien ganamos este partido, 35-47, aquí debe haber algo más que ganar o aprender. Quiero que las muchachas lleguen al municipio compartiendo estas experiencias, irradiando energía positiva y animando a otros a aprovechar más el tiempo libre", manifiesta el ‘Profe’, quien no va a detenerse en las carencias económicas y comunitarias de su territorio y buscará la forma de llevar a los niños y los jóvenes a entender lo esencial que es la actividad física.
Para este ejemplo de constancia es esencial compartir con su municipio sus conocimientos y vivencias en baloncesto, ya que pueden sembrar una idea inspiradora.
Stefany Bermúdez García, gracias a ese valiente trabajo, siente una pasión genuina por el baloncesto: "Hace dos años él creyó que soy buena y ahora gracias a mi profesor estoy en Supérate, salí de mi zona de confort y en estos momentos estoy lejos de los problemas", comparte la basquetbolista de 14 años, quien resumen a su familia deportista en dos palabras: amor y felicidad.
Blaimir Mena es el segundo entrenador que se ubicó al otro extremo de la cancha. Su voz nunca dejó de proyectarse durante el partido. "Soy profesor de educación física desde hace 25 años en Quibdó y me siento muy satisfecho de trabajar por la niñez y la juventud chocoana. Mi trabajo es romper los tabúes alrededor del deporte y apoyar a aquellos que sienten una pasión por el deporte", señala el docente, quien espera seguir los pasos de sus mentores, los responsables de su vocación por el baloncesto.
