El entrenador inauguró la cancha sintética que lleva su nombre en Caldas
Prensa Coldeportes
Cuando la alegría reina no hay nada que pueda apagar una sonrisa. Y esa es la que ha identificado siempre a Luis Fernando Montoya. La que soltó cuando se consagró campeón con Once Caldas en Colombia. La misma que tuvo al levantar la Copa Libertadores. Esa que ni siquiera la irracionalidad de la violencia logró arrebatarle. La que les regaló este viernes en la tarde a los miles de asistentes al estadio que lleva su nombre en Caldas, Antioquia.
El municipio que vio nacer a este entrenador hace 53 años lo reconoce como ícono. Cuando lo hizo famoso con las vueltas olímpicas y ahora que libra el partido más importante de la vida, el de recuperarse tras el atentado que sufriera en aquel diciembre de 2004 y que lo llevó a la silla de ruedas. Motivación le sobra para hacerlo. La familia por ejemplo. También impulsar el deporte entre las nuevas generaciones de los caldeños.
La ilusión de ver cada vez más niños detrás de un balón no sería posible sin un lugar para albergarlos. El estadio de fútbol ya estaba, décadas atrás incluso, pero urgía de una remodelación. Y la tuvo. Desde lo estructural con dos graderías para seis mil espectadores y su cubierta, hasta en el mismo campo con la construcción de la pista atlética, la instalación de la grama sintética y un sistema de drenaje que soportara las intensas lluvias, frecuentes en la zona.
"Este sueño lo tuve siempre y al ver que es una realidad la emoción es inmensa, como también el compromiso de seguir trabajando para que Caldas siga promoviendo el deporte y sea cuna de grandes campeones. Este es un gran paso, pero faltan más y los vamos a dar entre todos", dijo Montoya en medio de la ovación y admiración popular.
Acompañado de su esposa Adriana, el ‘profe’, como todos le llaman cariñosamente, aprobó el estilo y tamaño de las letras que identificarán al estadio, iniciativa de la alcaldesa Mónica Raigoza, quien agradeció igualmente el apoyo de Coldeportes. Lo hizo de forma gráfica. "Lo soñamos, lo propusimos y unidos lo logramos. ¡Gracias Presidente!", fue la pancarta que reposó sobre las nuevas graderías.
"Cada niño que vinculamos a un club deportivo en Caldas, es uno que le quitamos a la calle. Un logro que sólo es posible a través del deporte. La comunidad lo ha entendido no sólo con el fútbol y lo que nos ha enseñado un hombre del talante de Luis Fernando Montoya, también con otras disciplinas como el BMX, el rugby y la natación, en la que tenemos otro ejemplo, nuestra nadadora olímpica Carolina Colorado", destacó la funcionaria.
Emocionada hasta decir no más, Raigoza aprovechó la presencia del director de Coldeportes, Andrés Botero Phillipsbourne, para reconocerle su empeño y dedicación en proyectos como del que ya disfrutan los caldeños. Al ponerle en el pecho el escudo del municipio, lo invitó a que siga desarrollando esa labor en toda la geografía nacional.
"En varias ocasiones hemos compartido con el campeón de la vida y aparte del saludo cariñoso me pedía que ayudáramos al desarrollo del deporte en Caldas. Acá estamos, disfrutando de esta cancha sintética, cumpliéndole y esperando que ya con la culminación de las demás obras en ejecución, la unidad deportiva que también llevará su nombre, el señor Presidente Juan Manuel Santos pueda venir a inaugurarla como es su propósito", reconoció el máximo dirigente del deporte en Colombia.
La inversión de Coldeportes fue de 5.997 millones de pesos. Destinada no sólo al reacondicionamiento del estadio, también a la construcción de la cancha auxiliar polideportiva con su cubierta y graderías, además de redes de acueducto y alcantarillado. Un moderno complejo que se entregará antes de que termine la actual administración.
Luis Fernando Montoya no ve la hora de regresar al escenario que lo honra con su nombre. Pero sobre todo el afán es apreciarlo con miles de niños y jóvenes disfrutándolo, aunque con una invitación de por medio: "Que lo cuiden y valoren porque es fruto de mucho esfuerzo", advierte. Sabe que lo harán porque los caldeños tienen sentido de pertenencia. Eso lo hará feliz. Le volverá a sacar sonrisas. Actividad deportiva por doquier. La juventud en su mejor expresión. Esa que ahora corre por él.