Es una de las grandes figuras de la final nacional de Supérate en Barranquilla
Prensa Supérate Intercolegiados
Con apenas 15 años, mejora en cada competencia. Si bien su flexibilidad y concentración han sido clave para sobresalir, la madurez deportiva que ostenta es gracias a la conciencia que ha tomado sobre la importancia de entrenar con intensidad y lo esencial que resulta el manejo de la ansiedad en cada prueba.
En el 2013, este gimnasta boyacense y seguidor de la saga ‘Rápido y furioso’, llegó a su primera Final Nacional de Supérate Intercolegiados; cinco años después, en Barranquilla, se lleva a casa siete medallas: seis de oro y una de plata; en las modalidades de duelo, arzones, anillas, barras paralelas, barra fija, general individual y salto al caballete.
"Me siento muy feliz con estos triunfos, me alegra llamar a mi mamá cada vez que gano y escuchar sus felicitaciones y que me reconozca como un campeón", comenta el menor de dos hijos, quien se visualiza recibiendo una medalla olímpica.
Para explicar este momento, basta una fórmula: la ‘VV’. Vargas y Valbuena son un solo equipo, necesario para participar y brillar en Supérate Intercolegiados, pues juntos aprenden de la sana competencia, mientras el talento se va puliendo.
"Gracias a este programa podemos motivar a otros deportistas y generaciones a conocer y practicar la gimnasia. En esta última versión obtuvimos buenos resultados, fruto del trabajo constante que se ha realizado en años", asegura Valbuena, ex gimnasta con 20 años de experiencia.
Finalmente, para el entrenador bogotano es sustancial compartir sus conocimientos con el fin de formar a su pupilo, en especial, cuando se trata de mentalizarlo sobre el poder transformador que tiene el deporte.
"Quiero resaltar la entrega, el talento y el amor de Sergio por la gimnasia, donde hay que superar el cansancio e intensas pruebas, así como responder a muchas horas de trabajo", destaca.
Después de participar en los Sudamericanos de Gimnasia en Lima, Perú, donde ganó un oro y dos platas y tras concluir con éxito el evento escolar más importante de Colombia, ahora la meta de Vargas es continuar reinventándose para parecerse cada vez más a Jorge Hugo Giraldo, gimnasta antioqueño, a quien admira no sólo por sus triunfos, también por ser un extraordinario ser humano.