El primer Congreso de Ciencia y Rendimiento Paralímpico que terminó este viernes en Bogotá, confirmó la vocación de Héider Díaz, un docente de Montería que se devuelve a su región convencido de que hay mucho por trabajar en el sector
Prensa Coldeportes
Recién se acomodaba en la Institución Educativa Antonia Santos de su natal Montería luego de ejercer fuera de la capital cordobesa. Tenía lista la sesión de educación física de grado noveno, cuando una situación en particular se la hizo cambiar por completo. En el universo de estudiantes que corrían, estiraban y hasta pateaban balones, divisó a uno que permanecía al margen y en su silla de ruedas.
Y pasión le sobró para iniciar una búsqueda incesante de la actividad que mejor se acomodara a Duván Muñoz, adolescente de 14 años con lesión medular. Tarea dispendiosa, pero dio con ella. "Descubrí que boccia era el deporte indicado y trabajamos juntos. Hoy, luego de año y medio, tenemos a seis niños más practicándolo", dice con orgullo este licenciado en cultura física de la Universidad de Córdoba.
Por eso sentía que era ineludible la asistencia al primer Congreso de Ciencia y Rendimiento Paralímpico que se clausuró este viernes en la escuela militar de cadetes José María Córdova, en Bogotá. Fueron tres días de aprendizaje en una experiencia que él califica como "significativa" porque pudo "conocer lo que se está haciendo en el país y también a nivel internacional".
"Soy una esponja en este momento, quiero absorber la mayor cantidad de información posible para luego poderla replicar no sólo en Montería sino en el departamento de Córdoba", agrega el especialista, que no ve la hora de poner en práctica tantos conceptos asimilados. (Escuchar audio)
Fue tan provechoso el ejercicio académico para Haider, que este viernes, en los talleres prácticos de fútbol 5 visual, boccia y goalball, quiso ponerse en el lugar de las personas con discapacidad. Se cubrió sus ojos y enfrentó a la selección Cundinamarca en un partido de exhibición.
"Fue increíble la sensación porque ubicarte sin ver e intentar recibir o manejar el balón es muy difícil, pero estos muchachos lo hacen con una naturalidad y un talento que la verdad sólo hay palabras de admiración hacia ellos. Son un ejemplo de superación", reconoce con emoción.
Ese ejercicio en fútbol 5 visual le dejó algo muy claro a Héider. "La sensibilización de la sociedad es fundamental para que el deporte paralímpico siga creciendo. Algunas personas creen que la discapacidad es una barrera, cuando en realidad es la oportunidad de demostrar tantas habilidades. Uno aprende más de ellos que lo que uno puede enseñarles", afirma convencido.
Así también lo han entendido su esposa Ibis Banda y su hijo Andrés David, quienes lo motivan a diario a no desfallecer en su labor. "El niño incluso me acompaña en el proceso y le gusta", dice el padre orgulloso, que hoy más que nunca les agradece su apoyo, como también la asesoría e impulso que le ha brindado Jesús Kerguelen, líder en inclusión en Montería.
Héider ya regresa a Montería, consciente de que hay mucho por trabajar y más en la región. "Hasta hace unos días nos facilitaron el coliseo para entrenar, porque en octubre se va a realizar el campeonato nacional de Boccia, pero no tenemos lugares ni la indumentaria adecuada para realizar una adecuada preparación, pero al menos tenemos la voluntad y eso cuenta". Vocación en estado puro.