La dignidad por encima del resultado de un marcador
Prensa Supérate Intercolegiados
Por primera vez el tenis de mesa putumayense está presente en la Final Nacional Supérate Intercolegiados.
Anderson Trujillo Torres lleva entrenando ocho meses tenis de mesa con sus dos pupilos: Judy Liseth Carvajal y Leider Quiroz Villabuena. Los tres viven en la vereda Puerto Rosario (Putumayo), cerca de las orillas del Río Caquetá y ubicada a una hora y 45 minutos de Mocoa. Para este equipo categoría preinfantil, competir en este evento es profundamente importante por dos razones: por primera vez Putumayo y la Institución Educativa Rural Puerto Rosario participan en esta categoría deportiva en el programa Supérate intercolegiados y segundo, es un espacio para rendirle tributo a las víctimas de la tragedia de Mocoa que sucedió en marzo del año en curso.
"Estamos muy agradecidos con Coldeportes porque nos dieron la oportunidad a los entrenadores y a los muchachos de conocer otros ámbitos distintos a la vereda. Estamos aprendiendo más de este deporte y nos sentimos orgullosos de ver el talento que existe en el país", manifiesta Anderson, quien a pesar de no tener un título como profesor de educación física sino de matemáticas, le tiene un enorme cariño al deporte.
Cuando le preguntan, "¿Por qué el tenis de mesa?", Trujillo responde con sinceridad que siente un amor general por las actividades físicas y que decidió enfocarse en el ping pong porque en alguna ocasión recibió una capacitación, "hicimos todo el esfuerzo para prepararnos antes de llegar a Cali y ahora nos sentimos muy motivamos a trabajar duramente para regresar el próximo año. La felicidad de estar acá ha sido completa, el alojamiento y la alimentación", complementa el docente egresado de la Universidad de la Amazonía.
Después de los desbordamientos de los ríos Mocoa, Mulato y Sancoyaco, la directora de Coldeportes, Clara Luz Roldán, tomó la decisión de que el Putumayo no realizara su fase departamental y pasara directamente a la Final Nacional. "Fue una sorpresa, no pensamos que después de la catástrofe íbamos a tener esa oportunidad. Hay muchos colombianos de buen corazón y eso lo demostró la doctora Clara Luz", confiesa el entrenador Trujillo, quien nació en la región del bajo Caguán.
"El hecho de que estemos acá es un compromiso para rendirles tributo a todas la víctimas de Mocoa. Ninguno de nosotros olvida que muchas familias quedaron desarticuladas, hay muchos niños huérfanos y viudos. Recuerdo que la noche anterior al desastre estuvimos en Puerto Rosario sin energía, al otro día encendí un radio de pilas y estaban explicando lo que sucedió. Aunque no perdí familia, sí perdí amigos y todos seguimos esforzándonos por superar esto tan grande que sucedió. Muchos tienen miedo de que ocurra un nuevo desastre", narra el entrenador caqueteño, de corazón putumayense.
Por otro lado, para los jóvenes deportistas de tenis de mesa es claro que continuarán mejorando para algún día ganar el anhelado crédito condonable: "Mis papás se pusieron muy felices cuando les conté que iba a representar a mi departamento en la Final Nacional Supérate Intercolegiados. Me dijeron que me concentrara y que rezara todos los días, y seguiré haciendo esto para un día ganarme la beca", comparte Judy Liseth Carvajal de 12 años.
Para Leider Quiroz Villabuena, de 11 años, ver a niños y jóvenes de todos los rincones del país ha sido maravilloso y está decidido a esforzarse para no dejar de aprender y disfrutar de las experiencias que deja el deporte: "Me iré del Valle del Cauca inmensamente agradecido con Coldeportes", concluye.
