En el CAR de Coldeportes se construyó la paloma de la paz con 35 mil tapas plásticas recicladas
Prensa Coldeportes
-¡Yo ayudé a poner las rojas!-, exclamó el niño de la academia de tenis. Aunque soy de Santa Fe, ayudé con las azules, dijo el adolescente de la Escuela de formación del equipo bogotano. Seleccionarlas por color fue una tarea bien compleja, reconoció uno de los funcionarios del Centro de Alto Rendimiento. La lluvia de estos días no ó el proceso ni dañó el diseño, más bien ayudó a lavar las tapas, confesó el guarda de seguridad del lugar.
Cada quien quería resaltar a su manera el aporte a la obra, pero fue el director de Coldeportes, Andrés Botero Phillipsbourne, el que condensó el propósito fundamental del reto, al reconocer que "sólo un verdadero trabajo en equipo, con la colaboración de muchas manos, podría permitir un resultado como este".
El máximo dirigente del deporte colombiano se mostró tan sorprendido como orgulloso de la iniciativa de los funcionarios del CAR, quienes construyeron la paloma de la paz con 35 mil tapas plásticas para conmemorar esta semana el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, promovido por la Fundación Peace and Sport, creada con el apoyo del Príncipe Alberto II de Mónaco y que desde 2014 promueve la celebración en la fecha del 6 de abril.
"Todas estas iniciativas nos trazan el camino porque así debe ser la labor de los colombianos de cara al cada vez más cercano posconflicto, comprometida y conjunta. Entre todos y no unos cuantos es que cambiaremos al país", aseguró Botero Phillipsbourne. (Escuchar audio)
La paz también se construye con gestos, actos simbólicos o incluso artísticos. El director del Centro de Alto Rendimiento, Carlos Villegas, da fe de ello. Tuvo la idea de construir la paloma de la paz hace dos años. Desde entonces contactó a la Fundación Sanar, que recicla tapas plásticas para salvar vidas. La recolección tiene como fin ayudar a los niños y adolescentes que padecen cáncer.
Entre cientos de bultos y luego de 60 horas, seleccionó junto a un grupo de colaboradores las de seis colores: blanco, amarillo, azul, rojo, negro, gris y verde. La imagen fue la misma que luce el Presidente de la República, Juan Manuel Santos, con la firme esperanza de que dentro de poco esa abra sus alas para cubrir toda la geografía nacional. Y lo mejor, para siempre.
Durante dos días y en un espacio de 30 metros cuadrados de la plazoleta interna del CAR, el símbolo del proceso de paz fue tomando color gracias al trabajo de los funcionarios de Coldeportes, como también de niños y jóvenes que a diario llegan allí a practicar distintos deportes. Dejaron por minutos y hasta horas sus entrenamientos para estar con manos y pies en el suelo.
El resultado final de semejante esfuerzo fue lo más gratificante. El primero en reconocerlo fue el director de Coldeportes, quien los invitó a seguir trabajando en pro del posconflicto.
Y lo hizo acudiendo a la reflexión: ¿Cómo puedo contribuir? La respuesta se las dio la misma paloma, ya que gracias a un buen clima organizacional y por medio de una actitud proactiva, se pueden alcanzar las metas propuestas.
"Nuestras tapas cumplen una función muy especial que es apoyar a los niños con cáncer y educarlos para que sean ciudadanos de paz, y por supuesto incentivarlos para que el deporte sea una parte muy importante de sus vidas y más ahora que contamos con un aliado estratégico como Coldeportes", indicó Ana Cristina Galvis, coordinadora del programa de reciclaje de la fundación Sanar. (Escuchar audio)
Botero también destacó que deporte y paz son sinónimos, aunque desde Coldeportes se quiso afianzar su lazo con una palabra más: convivencia. Fue así como en 2011 nació el programa Deporte, Convivencia y Paz, que se ha convertido en herramienta para que mediante las actividades deportivas y las lúdico-formativas, niños y adolescentes cuenten con alternativas que fomenten el buen uso del tiempo libre y desarrollen valores. Su alcance ya llega a 80 municipios de 22 departamentos del país.
La paloma también genera impacto en el CAR y seguirá exhibida durante este fin de semana en la plazoleta interna para que los miles de asistentes la contemplen, posen con ella y sobre todo, mediten en su papel pacifista. Son algunos colores, pero en definitiva es uno solo el deseo: que el posconflicto llegue cuanto antes a Colombia.