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Un vibrante, emocionante y disputado mano a mano fue el que ofrecieron hoy los equipos de Cuba y Colombia, que disputaron la final de polo acuático con un triunfo apretado 12-10 del combinado nacional. Y, por supuesto, la medalla de oro, una de las once, que a partir de las 6:30 de la tarde comenzó a sumar Colombia para alcanzar el presupuesto que pondría las cifras donde se quería: por encima de las 72 de Veracruz, es decir 77 doradas. Así, cuando comenzó el primer período, que terminó 2-2, ya eran tres medallas las que se sumaron a las 65 del medallero nacional con las que comenzó este jueves.
Polo: baño de oro
Un vibrante, emocionante y disputado mano a mano fue el que ofrecieron hoy los equipos de Cuba y Colombia, que disputaron la final de polo acuático con un triunfo apretado 12-10 del combinado nacional. Y, por supuesto, la medalla de oro, una de las once, que a partir de las 6:30 de la tarde comenzó a sumar Colombia para alcanzar el presupuesto que pondría las cifras donde se quería: por encima de las 72 de Veracruz, es decir 77 doradas. Así, cuando comenzó el primer período, que terminó 2-2, ya eran tres medallas las que se sumaron a las 65 del medallero nacional con las que comenzó este jueves.
El segundo y tercer período finalizaron a favor del equipo de casa, 5-3 y 3-2 respectivamente, en un marco de aplausos y vítores del público que colmó las graderías del Complejo Acuático de Barranquilla. Cuba no repuntaba y sus jugadas ofensivas terminaron con un único rematador, Giraldo, quien se erigiría en el goleador de su equipo con siete anotaciones. En tanto que el combinado patrio tuvo en seis de sus hombres la cuota goleadora, donde Idárraga marcó cuatro, y Bejarano 3. Cuando cantaban la medalla de oro ganada en trampolín en Puerta de Oro, Cuba se imponía en el último tiempo 3-2.
Así que, exagerando un poco, gimnastas y polistas celebraron simultáneamente en sus escenarios los esperados y valiosos metales cromados, para que parezcan oro. Claro que, para las circunstancias, cada medalla dorada, valió su peso en oro. O si no, que les pongan precio a las lágrimas y los gestos de la emoción plasmados en los rostros de aficionados, técnicos y de los mismos campeones. Y qué decir de los gritos de "Colombia, Colombia".