PRENSA MINDEPORTE
Cartagena, 4 de diciembre de 2019. Abril de 2009 fue un mes que marcó un antes y un después en la vida de Fabio Torres. Lo lleva siempre en la memoria porque fue en el que renació, en el que el mundo le demostró que las segundas oportunidades existen. Fue en el que debutó como atleta de para powerlifting, que lo tiene trabajando arduamente con el anhelo de dejar el nombre de Colombia en alto en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.
En Fusagasugá se llevó a cabo la competencia que le abrió las puertas en este deporte. No se quedó con el triunfo, pero fue un evento memorable para Torres, quien levantó 120 kilos. "Fue inolvidable, será uno de los torneos que más recuerde en la vida, la primera salida siempre estará presente en la cabeza de un deportista. Jamás la olvidaré", afirma el atleta con orgullo y una sonrisa grande, como si la estuviera viviendo.
Un accidente en el ejército lo dejó con una prótesis en la pierna izquierda, pero eso no ha sido obstáculo para continuar su camino con esperanza. En el batallón de sanidad lo quisieron acercar a varios deportes, pero fue el para powerlifting el que le llamó la atención. "Este deporte cambió mi vida. Hoy por hoy soy otro Fabio: uno que es más disciplinado, más aplacado, con ganas de enseñarle a los demás y a mis hijos, que no existe obstáculo demasiado grande por superar".
Merardo Torres y Tomasa Silva, sus padres; Abelis Cantillo, su esposa, y Héctor Fabio y Rosalía, los hijos se convirtieron en su motor. Son quienes siempre están pendientes, dispuestos a levantarlo cuando el ánimo decae, los que apoyan, impulsan cuando las cosas están difíciles. Por ellos es que se entrega por completo y deja hasta la última gota de sudor en el banco para levantar la mayor cantidad de peso.
Todos los días entrena. La rutina es similar: de 9:00 a.m. hasta las 12:00 p.m. Pero cuando se acercan competencias, el trabajo es más arduo; aparecen las doble jornadas, que son fundamentales para la preparación. Y no es lo único. También la psicología es fundamental. El no dejarse decaer es importante para lograr los objetivos trazados. "Es muy complejo, la parte mental es en la que he tenido más falencias, porque es en los últimos movimientos en los que levantó lo esperado, pero no debería ser así. Estoy trabajando en ese aspecto".
No es para menos. Este deporte es muy psicológico debido a que, si se falla en la primera oportunidad, uno como atleta, piensa que no lo va a lograr. Si se falla dos veces, la presión mental aumenta, lo que hace que el tercer intento debe ser completamente limpio. Eso es lo que le sucede a Fabio Torres, quien en varias ocasiones, ha sufrido por no levantar el peso establecido en los primeros dos intentos. Y deja todo para el último.
A pesar de las exigencias, el para powerlifting es todo para Fabio Torres, es su estilo de vida. Le ha dejado muchos aprendizajes en su vida y, lo más importante, es que le sembró esas ganas de repartir sus enseñanzas con jóvenes, que están arrancando. De a poco su figura es más reconocida, hace unos meses fue medalla de bronce en el Mundial de Kazajistán y hoy por hoy es el número uno de esta disciplina en el país. No solo deja el nombre de Colombia en alto, sino que deja claro que esta, es una tierra de atletas.