PRENSA MINDEPORTE
Cartagena, 19 de noviembre de 2019. - En la final general de gimnasia artística, los ojos de muchos espectadores se enfocaron en el cucuteño Jossimar Calvo, múltiple campeón en Juegos Nacionales y de grandes logros a nivel internacional. Pero no lo hicieron por toda esa magia que lo posee al momento de hacer su rutina en este deporte, sino porque estaba del otro lado, vistiendo la piel de entrenador.
Una lesión en el tendón del bicep lo tiene por fuera de competencia desde hace varios meses, pero que le han parecido años. Sin embargo, se encuentra motivado porque ya está retomando los entrennamientos. "Es algo duro pero lo importante es dar el primer paso, empezar con algo", dice con la ilusión que siempre ha tenido para poder llegar en la mejor forma tanto física como mental a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Mientras continúa en el proceso de recuperación su trabajo con la delegación de gimnasia de Norte de Santander pasó a ser el de entrenador. Así se vio en el complejo de Gimnasia y Combate de Cartagena. Jossimar Calvo gritó, aplaudió, sufrió por sus compañeros de equipo, quienes afrontaban la final de esta disciplina: Ángel Barajas Vivas y Erick Joner Medina.
Barajas Vivas se ganó la atención de todo el público. Un niño de 13 años, moreno, pequeño, quien demostró las grandes cualidades que tiene. A su corta edad se quedó cerca de quedar en el podio. Pero tuvo un triunfo más grande: demostrarle al país, que después de Jossimar Calvo viene un gran prospecto que tiene toda la capacidad de brindarle muchas alegrías al país y seguirle demostrando al mundo que Colombia, es tierra de atletas.
Con el paso de la competencia, Barajas Vivas hizo de la gimnasia fantasía. Puso a vibrar a todo el coliseo. Su presentación en piso, caballete, arzones, salto del potro y barras paralelas y fija fue maravillosa para un niño de tan corta edad. Sus compañeros lo aplaudían constantemente y lo animaban. Jossimar, por su parte, como buen maestro le decía al oído: "Ya ha entrenado mucho, concentrese, que es entre usted y el aparato. Lo que hay alrededor no existe".
Las palabras de la experiencia que sirvieron para calmar la tensión y para que Ángel se relajara. Se vio a Jossimar Calvo en otra faceta, enseñándole a su pupilo, haciéndolo crecer. Sabiendo que él es quien puede llevar su posta a lo largo y ancho del mundo. Y, de una vez, aprendiendo a ser maestro, una labor que en algún momento le llegará. "Cuando vi que ambos hicieron bien su trabajo, sentí una paz, una felicidad, una calma", cuenta con una sonrisa esos sentimientos que le generó haber sido entrenador en estos Juegos Nacionales.
Pero no todo fue sonrisas, alegrías y aliento. Hubo momentos en los que quiso olvidar su lesión y empezar a hacer su rutina. El ambiente, la algarabía lo llevaron a imaginarse compitiendo. Hubo nostalgia, por lo que no tenía, pero la felicidad se sobreponía por lo que estaba haciendo su región con un equipo joven , demostrándole al país que en Norte de Santander hay mucho futuro en la gimnasia artística.
Y esto se logró gracias al trabajo en equipo, cada uno sabe cuál es su función y, en el caso de Jossimar Calvo, si no se puede competir siempre es importante estar presente para alentar y enseñarle a esos jóvenes que mañana serán los representantes del departamento y del país. Así cumplen el RETO y demuestran que Cúcuta y Norte de Santander está hecho para seguir sacando gimnastas de calidad, que dejen en alto el nombre de Colombia.
