Arribaron a San Andrés las delegaciones que participarán en el XVIII Encuentro Nacional
Prensa Coldeportes
La hora y cuarenta minutos que duró el vuelo de Bogotá a San Andrés le permitió a Aracelly Jaramillo, indígena Yurutí del departamento del Guaviare, imaginarse cómo sería la isla que la acogerá a ella y a casi 500 personas mayores más durante la XVIII edición del programa Nuevo Comienzo de Coldeportes.
Aunque intentó dormir, las leves sacudidas causadas por la pasajera turbulencia le arrebataron el sueño. Con cautela analizó el vehículo en el que montaba por primera vez, hasta alcanzó a dudar que fuera posible transportar a tantas personas -casi 200- hasta un lugar tan lejano.
Veinte puestos más adelante Priscelia Darapo, de la delegación de Vichada, experimentaba una sensación similar. Su sorpresa fue tal que el menú de entretenimiento a bordo pasó inadvertido. La dirección de su mirada siempre apuntó hacia la ventana.
"Mi hermana me comentó que es muy bonito, que tiene playa y un bañadero. También me dijo que tiene un hueco al que no se puede arrimar", expresó Priscelia mientras se deleitaba con el azul profundo del cielo. (Escuchar audio)
El encendido de la señal del cinturón de seguridad alcanzó a causar algo de confusión entre las dos viajeras y, como era de esperarse, también entre sus compañeros de aventura que asombrados disfrutaban de los vaivenes del avión. La explicación oportuna del suceso desde la cabina del piloto aclaró la situación para quienes se estrenaban en el aire.
"Yo traje una canción en mi idioma, artesanías y fariña", dijo Aracelly apenas anunciaron que se avecinaba el aterrizaje. (Escuchar audio). En cambio Priscelia, ávida de despejar sus dudas sobre la inmensidad del mar, entró en llanto de la emoción de estar próxima a cumplir otro de sus sueños: caminar sin prisa sobre la arena de la playa.
Casi que como una reacción simultánea al aterrizaje, varios suspiros profundos acompañados de aplausos confirmaron el arribo a San Andrés, destino que recibirá hasta el próximo 28 de octubre a 33 delegaciones de personas mayores, entre ellas la de México, invitada internacional por quinto año consecutivo, para disfrutar de una experiencia inolvidable que seguramente les dará otro motivo para vivir.