Foto: Nelson Crispín ganó 10 medallas de oro en los Juegos Paranacionales.
Nelson Crispín, brazadas que l
Jesús Miguel de la Hoz, periodista GIT Comunicaciones
Armenia, 7 de diciembre de 2023. Cuando suena el nombre de Nelson Crispín Corzo en la piscina de la Universidad del Quindío, la gente aplaude. Se levanta y lo hace fuerte. Son seis letras: cuatro consonantes y dos vocales, que son sinónimo de triunfo. Un emblema de la para natación colombiana, hombre récord, medallista paralímpico y mundial. Un personaje sin igual, que en estos Juegos Paralímpicos terminó con 10 medallas de oro, una de plata y una de bronce.
Antes de subir al partidor para los 100m libres, última competencia de este certamen, a Crispín se le ve serio. No esboza sonrisa alguna, su mirada, cubierta por sus gafas se pierde en el horizonte y en su mente solo hay palabras de motivación: "vamos que se puede, ya has hecho esta competencia en varias oportunidades. Demuestra lo que eres", se repite de manera constante. A su vez visualiza una y otra vez lo que será la competencia, examina la piscina, y todo lo que la compone.
Mientras el público vitorea, Crispín se sube al partidor, respira profundo, mira hacia el cielo y eleva una plegaria. La religión es como su columna vertebral porque le da estructura y apoyo para todo eso que no puede controlar. De fondo se escucha la voz del juez que dice: "nadadores listos". Su figura, se posiciona en una posición esculpida en la espera, que revela la armonía entre la quietud y el deseo ansioso de entrar al agua. El instante suspendido en el tiempo parece capturar la esencia de la anticipación, como si el universo entero contuviera la respiración para presenciar el salto valiente que está por desplegarse.
Enfoque: así lo escribe en su Instagram. Con unas palabras de motivación. ??Mi foco está en el mejoramiento continuo de mis habilidades físicas y mentales, reconozco que mi entrenamiento comprende y reconoce la importancia de esos dos componentes??. Un hombre de profundos pensamientos, de carácter alegre pero responsable ya sabe cómo va a ser su carrera. "Es algo que se prepara desde el entrenamiento, desde la salida hasta el remate, pasando por el viraje y la patada. Así que según la prueba, me enfoco en lo que se ha practicado", precisa.
Tanta es su disciplina que en la fase última de pre-competencia, dedica las horas de entrenamiento para preparar movimientos específicos de carrera. Unos días entrena solo la salida, en otros el viraje y la patada y, también, le da espacio al remate. "Digamos para algunos estilos lo que hacemos es contar las brazadas para dar el bote por ejemplo en la prueba de espalda. Entonces, en eso nos enfocamos en los últimos 10-15 días antes de la competencia", destacó.
Los 100 metros libres no son solo una distancia; son un poema épico donde el nadador se convierte en versos de coraje, y cada brazada es una línea que se escribe con determinación y pasión. Y Crispín salta y la piscina se convierte en su lienzo y las brazadas en sus pinceles, en cada respiración, inhala el deseo de mejorar sus tiempos y exhala las dudas, dejando que la corriente le guíe hacia la grandeza. Cuando toca la pared, no solo alcanza la meta; también completa un poema efímero pero eterno: un tiempo de 1:07.64 minutos, un oro inolvidable.