Ministerio del Deporte

Ganó, como era de esperarse, en su prueba, la que le ha dado el reconocimiento internacional, los 100 metros SB5, grupo que identifica a los deportistas de estilo pecho, con discapacidad física o cerebral (va del 1 al 10, siendo 1 el más limitado).

Obtuvo otras tres medallas de plata más, en otros estilos y aún tiene pendiente una competencia más, en el cierre de la paranatación.

Pero más allá de las medallas y los resultados, Moisés ve en los Juegos Paranacionales una opción de vida para los atletas con discapacidad.

"La verdad es que es muy gratificante ver el crecimiento del deporte paralímpico en las diferentes regiones, con procesos que nos permiten detectar nuevos talentos, y emociona también ver que departamentos como el Valle ha dado un ejemplo de cómo se llevan los procesos del deporte en Colombia y eso es muestra de que sí es posible invertir en el deporte como base fundamental para construir una mejor sociedad", recalca Moisés, contador público y tecnólogo en licenciatura en educación física.

Otro hecho destacado es que la mayoría de las regiones participantes han logrado por lo menos una medalla. De las 29 delegaciones, solo La Guajira y Guaviare no han sumado en la tabla de medallería.

Por eso, es que Moisés Fuentes también ayuda a transformar la vida de las personas, especialmente de aquellas que están en condición de discapacidad. Y ese ejemplo lo ha llevado a Santander, la casa de los otros medallistas paralímpicos de natación, Carlos Daniel Serrano y Nelson Crispín.

A través del Club Deportivo Colombia Sin Límites, ellos se han echado al hombro la responsabilidad de reclutar talentos, con recursos propios, buscando patrocinios o sacando de los apoyos que reciben como deportistas de alto rendimiento, para colaborarles a los que no tienen recursos.

"Recientemente conseguimos un patrocinador para una niña, Darlin Jiseb Romero Sánchez, que no tenía para los transportes de ir a entrenar. Desde hoy les digo ella será la que más medallas gane en los juegos del 2023", anticipa Moisés.

Y como líder de este proceso, Moisés también cuenta las historias de jóvenes que gracias al club hoy en día tienen una mejor calidad de vida.

"Hace unos años vi a un niño con discapacidad, vendiendo dulces y pidiendo monedas, hoy es mi ahijado y está aquí ganado medallas. Maicol Andrés Mora vivía en un barrio de invasión y su visión al futuro es totalmente diferente. Y eso es lo que nosotros como seres humanos tenemos que mirar para que otras personas también cambien su vida", destaca el campeón.

Moisés es un convencido de que el deporte es la manera más justa y equitativa de generar calidad de vida, no solo para los atletas de alto rendimiento que reciben algún tipo de apoyo.

Y en cuanto al futuro en el alto rendimiento, aún sueña con esa medalla de oro esquiva en los Juegos Paralímpicos (lleva dos bronces y una plata), para lo que insiste y confía en que el reto de Tokio 2020 es alto, porque se buscarán superar las 16 medallas que se lograron en Rio 2016.

Por eso, también destaca el apoyo del Ministerio del Deporte, que busca, a través del programa de Deportista Apoyado, que los atletas convencionales y paranacionales tengan las mismas posibilidades.

"Yo estoy en el programa desde el 2004 y en ese entonces éramos como tres o cuatro del sistema paralímpico, y hoy somos más de 80, muchos en categoría Altius, lo que significa que estamos al mismo nivel de los convencionales y eso ha permitido que el deporte paralímpico siga evolucionando y siendo el orgullo para todo el país", destaca Moisés, quien ve lejos su retiro, porque es un convencido de que aún puede aportar mucho como deportista y en su labor social.

"Hablar de retiro me genera nostalgia, porque lo que soy se lo debo al deporte y seguimos buscando la excelencia en la parte competitiva y como seres humanos, pero igual nos estamos preparando porque sabemos que ese momento llegará. Por ahora la mente esta en los Juegos Paralímpicos de Tokio", concluye.