Prensa Supérate Intercolegiados
Tres horas de trayecto caminando es el tiempo que gasta María Mercedes Muñoz para llegar al municipio de Diego de Torres de Turmequé, Boyacá, desde su casa en Sorca, corregimiento de Nuevo Colón. Estudiar y entrenar lucha olímpica son los sueños de esta pequeña gigante.
María Mercedes es una atleta en todo el sentido de la palabra. Desde que sale de su casa, trota o camina tres horas para llegar hasta su colegio, que se llama igual que su población. Al culminar la jornada escolar se dispone a entrenar lucha olímpica y al terminar, regresa nuevamente a pie a casa: "La mayoría de veces regreso con los muchachos que les gusta que les ayude a practicar, porque soy muy fuerte y así también me ayudan a ser más fuerte. La emoción que se siente cuando uno entrena, tiene valor, me gusta practicar con ellos, para tener sentir la adrenalina al máximo", explica.
Es su primer año en Supérate, pero ya lleva un tiempo practicando esta disciplina en categoría 56 Kg: "Es un deporte muy bueno, tiene mucha disciplina, empecé cuando estaba en séptimo grado y tenía 13 años; de hecho mis primeras nacionales fueron en Bogotá. Lo recuerdo mucho porque ese día en que iniciaron esas competencias cumplía años. Empecé a practicar lucha cuando entré con mis hermanas al club porque mi profesor me contó que había acrobacia y por eso me empezó a gustar. Desde ese momento me dije ‘va a ser mío’, y hasta ahora me ha dado frutos".
Nunca ha sufrido lesiones, a diferencia de su hermana, Martha Liliana, un año mayor y que se lesionó un codo. El único percance de María Mercedes
fue tener dolor de cabeza y tomar Ibuprofeno: "Soy alérgica y fue muy complicada la manera de enterarme. Me medicaron mal, pero gracias a Dios no fue grave. Ahora me cuido con lo que tomo para los dolores", dice entre risas.
Entre sus cualidades para conseguir el título afirma que están "no tener miedo, esto me gusta porque si pierdo hay que hacerlo con honor, igual es un triunfo ganado en cada pelea".