Disfruta como asistente del congreso de Ciencia y Rendimiento Paralímpico en Bogotá, pero a su vez de la histórica participación de su novio en el mundial de boccia en Inglaterra
Prensa Coldeportes
La solemnidad del auditorio de la Escuela Militar de Cadetes estaba más acentuada que nunca. La segunda conferencia de la jornada inaugural del congreso de Ciencia y Rendimiento Paralímpico demandaba toda la atención. De pronto, un grito emocionado irrumpió en medio del silencio. El epicentro, por consiguiente, fue de fácil detección.
María Alejandra Carrillo exclamó sin límite desde su silla de ruedas. Los asistentes entendieron que la dicha de asistir al evento académico se había desbordado. En parte, estaba contenta por ello, pero en realidad su felicidad se situaba a miles de kilómetros, al otro lado del Atlántico. En Liverpool, Inglaterra, para ser más exactos.
Mientras tomaba nota de la ponencia, seguía en su celular la final del mundial de boccia. Su novio, Euclides Grisales, disputaba la medalla dorada, pero al final se colgó la de plata para un subtítulo histórico.
"No era fácil contener la emoción, me dio pena con los asistentes después, pero ellos entenderían finalmente porqué estaba así", cuenta entre risas la para-atleta de alto rendimiento y quien le debe mucho al deporte.
"Gracias a la práctica de boccia, en la que completo seis años, he logrado independencia, he podido representar a mi ciudad a nivel nacional y conocer por ejemplo a mi novio. Estamos juntos desde 2014 y hasta nos hemos enfrentado, pero ha sido una experiencia maravillosa que cambió por completo mi vida", dice esta profesional de trabajo social de la Corporación Universitaria Minuto de Dios. (Escuchar audio)
Comparten, literalmente, el amor por el deporte y hasta la misma categoría: BC4. Ni la distancia se atraviesa en esta relación que marcha sobre ruedas. "Cada fin de año, él viene a Bogotá o yo voy a Tuluá, pero buscamos los momentos para compartir y disfrutar de esta gran pasión", asegura María Alejandra, que entrena todos los días en el parque El Tunal de Bogotá.
Por eso el congreso le ha permitido disfrutar mucho más de su razón de vivir. "Me ha enriquecido bastante a nivel personal tener más conocimientos al respecto. Profundizar en el ámbito deportivo, conocer cómo ha sido su historia, el aporte de la ciencia a su desarrollo y cómo Colombia ha crecido tanto en los últimos años respecto a otros países", asegura la deportista de 24 años.
Este jueves, en la segunda jornada, aplaudió bastante la intervención del brasileño José Fernandes Filho, quien desglosó en detalle la estructura del deporte paralímpico de su país y los avances que ha mostrado en el último tiempo. "Son ejemplos que debemos seguir, como articular el deporte para-escolar", afirma convencida.
Ha sido tal el aprendizaje, que no se atreve a elegir alguna ponencia en particular, simplemente reconoce con orgullo que "la conclusión general es que la inclusión es fundamental para continuar en la transformación personal y social de tantas personas que lo necesitan". Ella no solo da fe de ello, también lo agradece.