400 madres y padres comunitarios y agentes educativos participaron en la jornada
Prensa Coldeportes
Alegría, esa que conoce bien la gente del Pacífico colombiano, fue la característica principal de una mañana bañada por la lluvia en la capital del Chocó que se recreó y se la jugó por la paz.
Con pantalón de flores y un sombrero para protegerse del sol que fue el ausente en este encuentro, llegó Amparo María Quejada Rengifo, una madre comunitaria que refleja en sus cabellos del color de la nieve la experiencia que lleva consigo en esta hermosa labor de cuidar a los más pequeños.
"Yo fui la fundadora de los hogares con 15 niños, y el Bienestar Familiar me encomendó la labor de buscar las madres comunitarias", así es el relato de los recuerdos de una mujer dulce y alegre que ha compartido con los niños y niñas de esta región del país 31 años de su vida, la que según ella, si tuviera la oportunidad, volvería a elegir. (Escuchar audio)
Este viernes, Amparo llegó dispuesta a seguir aprendiendo a través de las actividades lúdicas y rondas infantiles, pues por medio de la recreación también se educa a la niñez. Ella, al igual que 399 madres y padres comunitarios y agentes educativos, cumplieron la cita de cualificación en el marco del programa Mandalavida, espacio que los llenó de herramientas para continuar atendiendo de manera integral al futuro de Colombia.
Con la consigna de formar a la niñez en valores, qué mejor que los generados a través del deporte, la actividad física y en especial la recreación, una pieza fundamental para que las madres y padres comunitarios y agentes educativos transformen la vida de los pequeños y forjen una generación que aporte alegría a la región.
Esa posibilidad la tendrán en Chocó 1.250 madres y padres comunitarios y agentes educativos de los 13 municipios intervenidos. Este 4 de agosto, 400 de ellos disfrutaron de un acto inaugural lleno de baile, tradición e intercambio de vivencias de la mano con Coldeportes.
En esa jornada Amparo fue una de las protagonistas, quien con su canto deleitó a todos los participantes y les demostró que los años no se llevan la alegría, por el contrario, llenan de experiencia y amor por la labor que realiza, y dejó claro que no hay más orgullo que ver a sus niños convertidos en profesionales gracias a su labor enmarcada de pasión, amor y arte.