Los Juegos siguen dejando su huella social, esta vez en la famosa playa de la Perla del Pacífico
Prensa Juegos de Mar y Playa - Coldeportes
Atrás quedaron las noches donde la energía no llegaba a la isla nariñense de Bocagrande, esas que inspiraron al maestro nariñense Faustino Arias con su canción Noches de Bocagrande y que caían cada día bajo la luz de la luna. En el olvido quedan esos atardeceres a oscuras y la dependencia de aquella planta eléctrica que muchas veces a la mitad de la noche se quedaba sin ACPM.
Hoy, Bocagrande está feliz, no sólo porque los mejores deportistas de Colombia llegaron a enaltecer sus playas con el surf, sino porque los Juegos le regalaron la oportunidad de traer luz eléctrica y mejorar el puente de su muelle, entrada principal de turistas nacionales y extranjeros.
"Llevábamos meses intentando conseguir energía y hoy es una realidad. La vida antes de los Juegos era una, hoy es otra. Ya podemos pensar en mejorar nuestros hoteles, en ofrecer más opciones, en traer más turistas y todo gracias a una gestión que estaba detenida y que con las justas lo estamos viviendo", comentó Gladys Prado, propietaria del Hotel Las Lilianas de Bocagrande y una de las cocineras más famosas de la Perla del Pacífico.
Esta es Bocagrande, tierra maravillosa de arena blanca, olas majestuosas y casas de madera que engrandecen sus tierras y que se pintaron este martes y miércoles con los mejores surfistas de Colombia. Este es el deporte que hace historia y marca la vida de las comunidades.