Por tercer día consecutivo, los pedalistas colombianos tuvieron una jornada extraordinaria en la competencia
A los ciclistas colombianos se les denomina escarabajos por un comentario de carrera que el narrador deportivo, José Enrique Buitrago, sacó en la Vuelta a Colombia de 1955 para describir el estado maltrecho con el que Ramón Hoyos terminaba una etapa. Ese término cruzó el océano y se acuñó en el ideal de los expertos en este deporte, quienes empezaron a llamar así a los pedalistas criollos.
Con el tiempo y bajo ese calificativo se han escrito grandes hazañas como la de ‘Lucho’ Herrera en la Vuelta a España de 1987 o las de Nairo Quintana en el Giro de Italia 2014 y la Vuelta 2016. Y así han pasado varios pedalistas dejando el nombre del país en alto en diferentes carreras, en todas las categorías, como está ocurriendo en el Giro de Italia sub-23.
Nuevamente un escarabajo alzó los brazos en línea de meta, así como lo había hecho Andrés Camilo Ardila en las etapas cuatro y cinco. En esta ocasión el turno le correspondió a Juan Diego Alba, un ciclista del equipo Coldeportes Zenú, quien en 2018 había demostrado sus grandes cualidades en la Vuelta a Boyacá, en la que fue ganador de una fracción.
Fue una exhibición notable la del pedalista nacional, que se batió como león en el mítico Paso del Mortirolo, ese donde Alberto Contador consolidó su victoria en el Giro de Italia 2015. Allí Alba tuvo un doble ascenso notable. En el primero, aguantó los ataques y en el segundo lanzó la estocada en los últimos kilómetros para sacar una pequeña diferencia que se fue ampliando en el llano y descenso posterior.
Fue otra jornada inolvidable para Colombia, que nuevamente hizo el 1-2. Detrás del corredor del Coldeportes Zenú, apareció Éiner Rubio y, a seis segundos de Rubio, pasó Andrés Camilo Ardila vestido de rosa, consolidándose en el liderato y ampliando su ventaja en la clasificación general a cuatro minutos, 13 segundos con respecto al italiano Alessandro Covi, segundo y que este jueves finalizó a dos minutos y 44 segundos del ganador.
Los jóvenes escarabajos siguen haciendo historia en el Viejo Continente, abriendo los ojos de propios y extraños y exhibiendo sus grandes condiciones en la montaña. El lunes fue el Monte Amitata, el miércoles el Paso de Maniva y hoy el Mortirollo. Un abrebocas de una generación que sigue demostrando que Colombia es Tierra de Atletas.