Prensa COC - Coldeportes
Ni el inclemente sol les frenó la alegría a los samarios por ver de cerca a la Selección Colombia Sub 17, en su partido frente a Bolivia; y es que el fútbol regresó a Santa Marta y es un acontecimiento que no se puede desaprovechar. De nuevo cumplieron la cita con su camiseta tricolor, una bandera gigante y la de refuerzo para alentar de principio a fin al onceno nacional.
Cerca de 30 personas conformaban el grupo que recibía con entusiasmo a quien quisiera unirse a la celebración. En medio de todos apareció un joven, "el líder" como ellos mismos lo llamaban, su nombre: Moisés David Carrillo Barragán, estudiante de grado once, que con una gran sonrisa aseguró que los Juegos Bolivarianos le dieron un giro positivo a la ciudad: "Es lo mejor que ha llegado a Santa Marta porque con ello se construyeron muchos escenarios con los que no contaba, y es una alegría para nosotros inmensa porque es un estadio nuevo, unos escenarios olímpicos nuevos". (Escuchar audio)
El primer tiempo del partido finalizó sin goles, pero el entusiasmo seguía latente, los cantos no faltaban, las banderas se movían de un lado a otro, la esperanza del triunfo estaba intacta, y el calor humano de los habitantes del barrio Altos de Simón Bolívar ubicado en el kilómetro 2 vía Gaira se sumaba al de la temperatura en el sector de Bureche.
En la mitad del segundo tiempo Bolivia logró anotar pero los hinchas seguían animando a la tricolor para lograr un empate. Así fue, el gol de Colombia llegó bajo la lluvia gracias al delantero Deiman Andres Cortes Herrera, quien le devolvió la alegría a los hinchas: "es una felicidad absoluta porque el equipo venía perdiendo y teníamos uno menos, y creo que haciendo el gol le di un respiro más a mi equipo para seguir luchando por este torneo que queremos ser campeones". (Escuchar audio)
El partido terminó 1 -1 y niños, jóvenes y familias enteras disfrutaron del espectáculo del balompié que demostró que Colombia es un país lleno de pasión y que Santa Marta es una ciudad donde "la gente se deja querer mucho", como bien lo dijo Moises David Carrillo, el joven de 17 años que se quedó con sus vecinos y amigos alentando a la Selección porque soy una hinchada de primera.