Ministerio del Deporte

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"Don Henry", como le dicen todos, es un voluntario que se siente orgulloso de servir a su ciudad y su país, comparte su experiencia y visión sobre cómo el deporte transforma comunidades y une a los jóvenes en los Juegos Sudamericanos Escolares 2024.

Henry Gómez, voluntario en los Juegos Sudamericanos Escolares 2024
Henry Gómez, el Compromiso de

En el vibrante corazón de los Juegos Sudamericanos Escolares Bucaramanga 2024, un hombre camina con el alma llena de orgullo por su ciudad. Don Henry Gómez, originario de Tunja, pero Bumangués de Corazón, llegó a ser voluntario en este evento internacional gracias a una invitación de un buen amigo. Aunque su rol como docente de educación física le ha dado muchas experiencias, nada se compara con la emoción de servir en su ciudad natal durante este evento tan especial.

Desde el primer día de su voluntariado, Don Henry se encargó de uno de los aspectos sencillos pero vitales en los juegos: el manejo de los balones de voleibol. Un gesto simple, pero que, en sus palabras, representa la base de la organización de todo el evento. "Todo debe fluir de manera perfecta para que los atletas puedan dar lo mejor de sí", comenta mientras repasa su trabajo. Para él, cada balón entregado es una oportunidad para que los jóvenes deportistas jueguen sin preocupaciones, centrados únicamente en su desempeño.

Al hablar sobre los escenarios que reciben las competencias de las justas, Henry no puede evitar emocionarse, recordando sus años de estudiante en la Universidad Industrial de Santander, escenario donde se lleva a cabo el torneo de voleibol.

Reconoce la transformación que ha sufrido la ciudad y la universidad misma. "Hace años, todo esto era muy diferente, pero ver cómo ha crecido y mejorado, es algo que llena de esperanza a todos. No solo los estudiantes se benefician, sino toda la comunidad de Bucaramanga, son un reflejo del progreso que está viviendo la cuidad, tanto en el ámbito deportivo como en el académico", dice con una sonrisa nostálgica.

El impacto de los Juegos Sudamericanos Escolares, va más allá de lo económico. Para él, estos juegos representan una oportunidad para que Bucaramanga se muestre al mundo, y más importante aún, para que la ciudad reciba a jóvenes de otros países que se van con una visión distinta de lo que significa ser parte de una comunidad solidaria. "No tengo dudas de que todos los delegados que nos visitan se van con la idea de regresar. Bucaramanga se queda en el corazón de todos", asegura con una mirada esperanzada. "Hace años no había nada de esto, ahora vemos un gran cambio, lo cual es fundamental para los estudiantes y la ciudadanía" afirma.

Dirige a los jóvenes un mensaje lleno de amor y convicción: "El deporte es una herramienta poderosa para transformar vidas, no solo es una oportunidad para crecer, sino también para alejarse de influencias negativas". Los invito a que se acerquen al voluntariado, que dejen que el deporte los conecte con lo mejor de la vida, con lo que realmente importa. No hay nada más gratificante que servir a los demás y ver cómo juntos podemos construir un futuro mejor", concluye, con la voz entrecortada por la emoción de ver cómo su ciudad se convierte en un ejemplo de unidad y progreso.