Prensa Coldeportes - Acord
Es la persona más llamativa, agradable y simpática cuando cada mañana aparece en el escenario. Allí conduce su silla de ruedas y saluda con amplia sonrisa a quien se le cruza en el camino. Habla con un español entrecortado, resultado de su origen isleño y su paso por el baloncesto profesional de los Estados Unidos.
Pocos creen que el espigado jugador de dos metros de estatura haga parte del equipo deCundinamarca, especialmente si se tiene en cuenta su piel color de ébano, su carácter abierto y descomplicado. Su nombre, Rodney Hawkins.
Nació en la isla de Providencia, jugó en los Piratas de Bogotá y hacía carrea para llegar a la NBA, pero perdió su pierna izquierda en un accidente de tránsito, situación que no fue impedimento para seguir pegado a la pelota naranja. "Gracias a Dios estoy vivo y tengo una segunda oportunidad para seguir haciendo lo que me gusta, jugar baloncesto", acepta.
Viene jugando baloncesto desde los diez años de edad y desde el accidente se sentó a jugar en una silla de ruedas. "Afortunadamente me acoplé porque aprendí que nada en la vida es complicado, solo que es la forma como uno tomas las cosas y si se lo propone, lo logra. Siempre hay que hacer sacrificios", agrega el basquetbolista.
En su paso por el deporte convencional, Rodney hizo de las suyas y demostró que las grandes ligas eran lo suyo, aunque afirma que en el paralimpismo las condiciones abundan. "Todo aquí es diferente, claro que el nivel es alto, solo cambia la forma".
Estuvo vinculado a Saludcoop en su programa de formación y luego empezó a jugar con Bogotá y a entrenar con Piratas, representativo de la capital colombiana, donde actuó dos años. "Actualmente hago parte de un equipo en España que se llama Ilusión, con sede en Madrid". También estuvo cuatro años en Estados Unidos jugando con Los Dallas Mavericks y dos años en Turquía.
Este padre de dos hijas ya espera la tercera para el próximo mes de enero, una nueva etapa que llevará de la mejor manera siempre acompañado por el deporte que lo ha visto nacer por segunda vez.