Prensa COC - Coldeportes
El bolichero radicado en Estados Unidos, logró el único oro que le hacía falta en los Juegos: el de individual. Un logro que dedica a sus dos hijos que empieza a criar.
Para varios, por no decir que la mayoría, de los deportistas colombianos que disputan los Juegos Bolivarianos, la condición de anfitriones les permite tener de cerca el aliento de sus seres queridos y, como tal, a la hora de competir les sobran razones para darlo todo y más en busca del anhelado podio.
Ese no es el caso de Andrés Gómez, que este miércoles se consagró en el individual del bowling de los Bolivarianos. Si bien es bogotano de nacimiento y tiene parte de su familia en la capital colombiana, buena parte de su corazón está a muchos kilómetros y con varias fronteras de por medio.
"Nadie se alcanza a imaginar el sacrificio del deportista por estar viajando cuando ya tiene hogar y unos hijos maravillosos. En mi caso, me emociona mucho subirme a lo más alto del podio, desde donde me puedo imaginar las sonrisas de Isabela y Cristopher, de 21 meses y siete meses de nacidos, respectivamente", cuenta el nuevo campeón que está radicado hace 22 años en Estados Unidos.
Se consagró en Cali y el festejo llegó hasta su casa en Fort Lauderdale. "Juego bolos desde los ocho años y al terminar el colegio, cuando iba a arrancar la universidad, supe de la opción de continuar mi carrera afuera y lo mejor es que me ha permitido crecer en todo aspecto, hacer lo que me gusta y sin dejar de representar a mi país", reconoce con voz entrecortada.
Lo hace con orgullo y resultados. Y el de este miércoles en la bolera de Cali marca un antes y un después en su carrera por una simple razón: "Es la única que me faltaba en el ciclo bolivariano, ya había logrado oro en parejas, tríos, equipos, todo evento y máster, pero en individual había llegado hasta la plata, así que esta es bastante especial". (Escuchar audio)
La última línea definió el primer lugar. Y él lo alcanzó al afrontarla "como en el golf: tú no puedes pensar en los contrincantes sino centrarte en el lanzamiento propio y en la pista". "El aceite se sigue moviendo en la medida que pasen los juegos, hice el ajuste indicado para el cierre y se me dio", apunta con el análisis propio de quien no descuida detalle para celebrar en grande.
Aún hay muchas finales por disputar en los Juegos, pero hoy más que nunca agradece "el apoyo de Coldeportes y el Comité Olímpico" que le permite "vestir la camiseta de Colombia en varios certámenes internacionales, obtener experiencia y ser profesional en Estados Unidos".
Andrés en definitiva vive entre dos amores. Por un lado su hogar, por el otro el deporte y el país que lo vio nacer, pero la mejor forma de unirlos es a través de la pasión que lo impulsa a ir en busca de más y mejores metas, o como en su caso, pistas.