Director de Coldeportes inspeccionó la obra en el parque deportivo del barrio La Esperanza
Prensa Coldeportes
No le importa escuchar durante horas el ruido de mezcladoras de cemento, volquetas y retroexcavadoras. La nube de polvo que de vez en cuando llega hasta el techo de su casa tampoco es razón de molestia. Mucho menos la incomoda el constante paso de obreros por el frente de su morada.
A sus 72 años, Zoila Catalán Morales, dice soportar eso y hasta más. Semejante muestra de tolerancia tiene nombre propio: el parque deportivo de La Esperanza, el barrio de Galapa donde ha pasado buena parte de su vida y que afronta una transformación que jamás imaginó presenciar.
"Yo ya no estoy pa’ esos trotes, pero nada me hará más feliz que llevar a mis nietos a que jueguen y se distraigan", confiesa la abuela que será una de las 3.000 personas que en principio se beneficiarán con la construcción del escenario. Al que accederá dando apenas una decena de pasos.
Está feliz. Lo demuestra la sonrisa con dientes desgastados. Lo patenta la mirada cargada de ilusión. Y hasta pudo agradecérselo personalmente al director de Coldeportes, Andrés Botero Phillipsbourne, quien aparte de inspeccionar el avance de las obras, que ya marchan sobre un 45 por ciento de ejecución, compartió con habitantes del sector para comprobar de su propia boca el impacto social que el nuevo parque les brindará.
"Nada satisface más que ver a la gente feliz por contar con espacios que les permitan nuevas oportunidades en la vida. Y qué mejor que a través de la actividad física. Esa fue una de las misiones que me encomendó el Presidente Juan Manuel Santos y en distintos puntos de la geografía nacional estamos cumpliendo el objetivo", destacó el máximo dirigente del deporte colombiano.
Coldeportes aportó 1.721 millones de pesos para la obra, que se construye en 1.800 metros cuadrados de los 2.600 que tiene el área total, en el que se preservaron los árboles e incluso se sembrarán más para ampliar la zona verde, en muestra del compromiso ambiental que promueven los galaperos.
La visita de Botero Phillipsbourne se dio en marco de la estrategia ‘El Presidente en las regiones’, que en cada consejo de ministros resalta la labor de las distintas carteras en pro de la población colombiana. Y el deporte sí que es herramienta de paz en toda la geografía nacional.
Donde se construye el parque de La Esperanza, por ejemplo, era antes una zona amenazada por la violencia. En apenas meses será epicentro de convivencia gracias a una cancha sintética de fútbol siete, la cual contará con cubierta en estructura metálica e iluminación con 36 lámparas tipo farol, tribuna de tres gradas, además de camerinos, cafetería, parque infantil, otro biosaludable y un andén prefabricado que bordeará todo el escenario para que la población camine o trote sobre él.
"Ya no veremos a los jóvenes parados en las esquinas, tentados por la delincuencia o la drogadicción. Ahora los tendremos haciendo deporte y convirtiéndose en el presente y futuro de la sociedad", asegura convencida Carmiña Navarro de la Oz, la alcaldesa del municipio perteneciente al área metropolitana de Barranquilla.
El deporte es prioridad de su administración. De ahí que también en la ciudadela distrital Villa Olímpica, construida por el Gobierno Nacional, se adelanten trabajos en el polideportivo, para los cuales Coldeportes aportó 400 millones de pesos en convenio con Findeter.
Doña Zoila ya no tendrá que darles permiso a sus nietos para que vayan hasta ese lugar. Podrá acompañarlos incluso dentro de poco y verlos correr detrás de un balón. Ya ve cimientos y se entusiasma. El plazo de entrega está programado para enero, pero por el avance de las labores, en diciembre será inaugurado.
"Qué más Niño Dios que el parque", exclama la anciana, cuya emoción contagia y sapiencia enseña. Puede dar fe, incluso. de que La Esperanza no es lo último que se pierde. Es el barrio que gana con el deporte como bandera.