Prensa Coldeportes
Andrei Delgado dice que nació para practicar flyboard. Aunque la verdad, cuando llegó al mundo, hace 27 años, este deporte aún no existía. Nadie había pensado que conectando el extremo de una manguera a la parte trasera de una moto acuática y el otro a una tabla podría hacer acrobacias hasta 13 metros de altura sobre el agua.
Se dice que en el 2011 el francés Franky Zapata fue el pionero de esta actividad, que desde entonces se ha venido extendiendo en el mundo como una bola de nieve que este fin de semana llegó a Montería por primera vez. El cierre de la III Válida de Motonáutica por el Río Sinú, que se hace como parte de la recuperación de esta vía fluvial entre el gobierno local y el Gobierno Nacional, fue la excusa para que Delgado, junto con otros cuatro practicantes, se apoderaran del agua e hicieran la exhibición de flyboard para los habitantes de la capital de Córdoba.
Los más entretenidos con las acrobacias del antioqueño son los niños. La explicación de qué es lo que hace es tan sencilla como original: "Para nosotros este deporte consiste en volar como un súper héroe y nadar como un delfín. Podemos pasar de estar sobre el agua a sumergirnos como lo hacen los delfines", dice el antioqueño, quien tenía claro desde pequeño que lo suyo eran los deportes extremos. Antes practicó skateboard (hacer trucos sobre una patineta).
El flyboard aún no está organizado como disciplina y todavía se ve lejos de ser parte de un evento masivo a nivel nacional y mundial. Sin embargo, desde que llegó a Colombia en el 2013 ha despertado la curiosidad de un número de seguidores que crece con cada exhibición. "Nosotros estamos en Cartagena desde hace dos años ayudando a la gente a que conozca este deporte. La idea es organizarnos lo más pronto posible y como parte de ese objetivo es que estamos apuntándole a participar en un torneo que se realizará en Dubái en diciembre próximo", se proyecta Delgado.
El amor hacia esta actividad está por encima de los riesgos que asumen cuando están en el aire. "Debemos estar muy concentrados y con atención para no chocarnos contra la moto, pero por lo demás es un deporte tranquilo y fácil. Para mí, el flyboard es un estilo de vida", cierra el antioqueño.