Foto: Estiven Villar campeón panamericano en levantamiento de pesas.
Estiven Villar: "Esto no para
El primer medallista dorado para Colombia en los Panamericanos Junior, levantó 274 kilogramos y se subió a lo más alto del podio, en la categoría de hasta 61 kg en levantamiento de pesas.
Prensa Mindeporte
Cali, viernes 26 de noviembre de 2021. Puños bien apretados para celebrar, para sacar toda la emoción contenida, los sentimientos que inundaban cada fibra de su cuerpo, de su alma. Un baile para demostrar su felicidad, que contagió a todo el coliseo Ramón Elías López, que confirmaba un podio esperado, anhelado, soñado. Un primer puesto que es el reflejo de años de entrenamiento, de entrega, de lucha.
Estiven Villar tocó el cielo con las manos en Palmira, así como lo había hecho hace dos años en los Campeonatos Panamericanos Junior, en Cuba. Tuvo una actuación notable, inspiradora. Tanto en la prueba de arranque, como en la de envión, abrió los ojos de propios y extraños. En la primera alzó 125 kg para superar por cinco al dominicano Breylin Pacheco. En la segunda, fueron 149 kg que lo llevaron a ubicarse por delante del estadounidense, Hampton Morris, y del venezolano, Fabián Márquez.
"Lo pelamos, lo pelamos", dice de su victoria sobre el pesista estadounidense con una sonrisa en la cara, con la satisfacción del deber cumplido, con la ilusión de haber logrado un oro anhelado, ese que había soñado desde que se conoció que se iban a realizar los Juegos Panamericanos Junior. Por el que trabajó con esfuerzo, con dedicación, con disciplina de la mano de su entrenadora, María Isabel Urrutia.
"Esto es un orgullo muy grande para mí, pero no para aquí hay que seguir para adelante, porque esto continúa. Vamos por más", resalta con convicción. "Todos los movimientos que había hecho en los entrenamientos me salieron a la perfección. Esto es un triunfo que se logró gracias a mis entrenadores, a mi familia. Ellos han sido mi motor, mi apoyo constante", añade.
Fue una victoria inolvidable, que dibujó sonrisas, que aguó sus ojos de felicidad. Fue, además, la primera medalla dorada para la delegación nacional en los Juegos Panamericanos Junior, una que llena de orgullo a toda Colombia, que la invita a mirar a sus relevos generacionales, a sus talentos, para seguir creciendo en materia deportiva y afianzando al país a nivel continental.