Foto: Sergio Giraldo, entrenador, grita, salta y celebra con ellos.
El entrenador, el faro de los
Jesús Miguel de la Hoz, periodista GIT Comunicaciones
ARMENIA, 9 DE DICIEMBRE DE 2023. En la esquina del campo de fútbol cinco visual se erige la figura del entrenador, que con su voz alienta, su verso inspira coraje y sus palabras se convierten en faros que iluminan el sendero, marcando el compás de una danza que solo el corazón puede sentir. Con cada instrucción, esculpe estrategias en el aire, diseñando un lienzo táctico para alcanzar los objetivos trazados.
Alienta a los jugadores a confiar en sus sentidos, a escuchar la sinfonía de pasos rivales, a sentir el sonido del balón. Su apoyo no conoce barreras visuales; es un lazo invisible que une a todo el equipo, un vínculo que va más allá de la vista. "Gracias a sus instrucciones podemos ubicarnos bien en el terreno de juego, marcamos nuestro norte, es un guía que más allá del apoyo, nos alienta a nunca rendirnos", dice Cristian Lopera Querubín, un joven de 23 años que es el capitán y goleador del equipo de Antioquia.
Sergio Giraldo, entrenador, grita, salta y celebra con ellos. Él es la cabeza de la escuadra y destaca la memoria tempo-espacial que tienen sus jugadores. Para planificar los partidos, no solo divide la cancha en tres tercios: defensivo, ofensivo y centro, sino también en números. "De esta manera cuando uno les dice siete, tres o dos, quiere decir que se deben ubicar en cierto sector de la cancha. Así ellos saben qué deben hacer. Y otra clave, es que cuando uno les grita: "hay pista", es porque se cree que va por la banda y, realmente, es que el centro está libre", destaca.
"Eso también depende mucho de la maña del entrenador. Se apuesta mucho a la creatividad, para no hacerle las cosas fáciles al equipo contrario", añade Giraldo, quien lleva siete años como técnico de fútbol cinco para ciegos y tres trabajando con Antioquia. Precisamente, bajo su dirección, la selección de este departamento se clasificó por primera vez, en este deporte, a unos Juegos Paranacionales, torneo en el que va a terminar entre los mejores cuatro.
Todo el éxito de la presentación de su equipo, dice que es por la unión de estos jugadores. "Tenemos experiencia y juventud y, lo más importante, es que son como una familia. Todos se impulsan para ser cada vez mejores, aprenden de las derrotas y eso es algo importante, porque así es como realmente se construye un equipo fuerte en todos sus aspectos", resalta.
Su voz esa guía que lleva a los jugadores a no bajar los brazos, a pesar de los obstáculos que nunca faltan, se convierte en la gasolina para que los jugadores den lo mejor de sí y crezcan en todos los aspectos tanto personal como deportivo. Un faro, un guía, un maestro.