domingo, 28 de julio de 2019
Prensa Mindeporte
El ciclista del equipo Ineos, a sus 22 años, se quedó con el título de la Grande Boucle. Se convirtió en el primer colombiano en ganar esta carrera. En el top-10 de la clasificación general terminaron tres pedalistas nacionales.
Bogotá (28 de julio de 2019). La avenida de los Campos Elíseos en París, Francia, se tiñó de amarillo, azul y rojo. Una ola de seguidores colombianos se reunió en esta vía para ver el final de la etapa 21 del Tour de Francia, la que consagró a Egan Bernal como el campeón de esta competencia, el primer colombiano en lograrlo y el pedalista más joven en el ciclismo moderno en hacerlo. Superó por tres meses a Felice Gimondi, el debutante que ganó en 1965.
La última fracción del Tour arrancó desde Rambouillet, una pequeña población al sur de la capital francesa. Al frente del palacio de la ciudad, en una zona llena de jardines, se reunieron los ciclistas en medio de una multitud de fanáticos que gritaban: "Colombia, Colombia". Allí, Bernal apareció de amarillo, un color añorado por el país desde los tiempos en los que ‘Lucho’ Herrera peleaba codo a codo con grandes de este deporte como: Laurent Fignon, Greg Lemond o Bernard Hinault.
Esta última fracción, arrancó con fotos, champaña y mucha felicidad, una que se irradiaba desde las carreteras francesas hasta las tierras colombianas: Zipaquirá (Cundinamarca), Cómbita (Boyacá), Urrao y Rionegro (Antioquia) fueron los principales epicentros de estas emociones. Los hogares de Egan Bernal, Nairo Quintana, Rigoberto Urán y Sergio Luis Henao, respectivamente, se llenaron de júbilo, así como lo hizo todo el país, por el título de Bernal.
El pelotón pedaleó sin afanes. Llegaron a París todos juntos, sin hombres escapados ni retrasados. Todo el grupo que llegó al último día de la edición 106 del Tour de Francia apenas cambió el ritmo de velocidad una vez pasaron por el museo de Louvre, Omar Fraile, del Astana, encabezó el circuito de los Campos Elíseos, pero el tiempo no fue mayor a los 30 segundos y mientras se acercaban a meta esa brecha se reducía, hasta que al entrar a la última vuelta los equipos de los velocistas se acomodaron y guiaron el lote hasta la línea final.
Ganó Caleb Ewan pero las cámaras se enfocaron en Egan, quien recibió la visita de su hermano y de su mamá. Bendiciones, lágrimas y sonrisas. "Solo sueño llegar a París vestido de amarillo", dijo Bernal el viernes con los ojos húmedos y un nudo en la garganta, cuando se convirtió en el tercer colombiano en vestir la camiseta del líder. Aún parecía incrédulo por lo que había logrado y le bastó el fin de semana para comprender que iba a ser el primer pedalista nacional en pararse en lo más alto del podio en los Campos Elíseos.
Siempre demostró sencillez y calidad humana, esas que siempre lo han caracterizado, pero cuando ese sueño por fin se hizo realidad, la sonrisa le invadió la cara, los ojos se le iluminaron y el corazón le palpitó rápido. Los límites de Colombia se expandieron hasta París, donde Egan Bernal hizo hondear la bandera tricolor en lo más alto y el himno inundó los oídos de los asistentes a los Campos Elíseos e hizo brotar lágrimas de alegría, porque el 28 de julio quedará enmarcado como el día más importante del ciclismo colombiano.
Alto contraste
Reducir
Aumentar
Ayuda
Centro de relevos