Prensa Coldeportes
Si la jornada del sábado le había demandado mucho esfuerzo por los viajes a Mitú, Melgar y El Espinal, para finalmente asistir en la noche al acto inaugural de los XX Juegos Nacionales en Ibagué, la de este domingo resultó tan o más ardua para Andrés Botero Phillipsbourne, director de Coldeportes.
En el segundo día de competencias de las justas, el máximo directivo del deporte colombiano se dio a la tarea de inspeccionar uno a uno y en detalle los distintos escenarios de la capital tolimense. El recorrido empezó a primera hora en el coliseo menor, donde apreció los entrenamientos de los sextetos de voleibol femenino de Valle y Tolima.
Junto al director de los Juegos, Fabio Ramírez García, y varios directivos de Coldeportes, aparte de apreciar la evidente remodelación del escenario, se dirigió al aledaño que también tenía ya actividad precompetitiva. En las piscinas olímpicas Hernando Arbeláez tuvo la posibilidad de dialogar con dirigentes de la natación. Por ejemplo con los de Norte de Santander, que resaltaron la evolución en este deporte gracias a la infraestructura que les dejó los pasados Juegos Nacionales.
La ruta de Botero continuaría luego en el estadio Manuel Murillo Toro, donde apenas horas después de haber albergado la inauguración, estaba acondicionado en su gramilla para las prácticas libres del tiro con arco. Supervisó a la distancia que el pebetero se mantuviera encendido y hasta dialogó con la campeona del mundo, Sara López, candidata a brillar y de tono dorado.
"Fue un día largo, intenso, pero demasiado provechoso para ver el avance en cada deporte y tener un contacto directo con los deportistas y entrenadores que marcan el verdadero termómetro de las competencias", destacó el director de Coldeportes que se emocionaría también con la elasticidad de las gimnastas en el coliseo del colegio Champagnat.
El turno sería después para observar algo de tenis en el Club Campestre, en el camino aprovechó para ver la adecuación del tejódromo del Parque Deportivo y hasta presidió el acto de instalación de la esgrima en el coliseo de Coopemtol. "Es una labor de supervisión, asegurándonos que todas las disciplinas sigan rodando sin inconveniente alguno", agregó Botero Phillipsbourne.
Casualmente, donde empezó el recorrido, lo terminaría casi 12 horas después. El director de Coldeportes regresó al coliseo menor para disfrutar del juego entre Bolívar y Risaralda. El cansancio del dirigente era evidente, pero aún más la emoción de ver las graderías con un gran marco de público.
La noche invitó al descanso porque era necesario recargar baterías para otra ardua jornada que se avecina. "Los Juegos demandan atención permanente. Por eso este lunes estaremos con el director Fabio Ramírez en Prado, Líbano y Chaparral, visitas que haremos en helicóptero porque las distancias son considerables", precisó Botero.
