XXIV Juegos Deportivos por la Paz y Convivencia, Brazo de Mompox y Magdalena Medio
Prensa Coldeportes
Si por su simple esencia, el mensaje pacífico ha sido el principal legado que los Juegos Deportivos por la Paz y Convivencia, Brazo de Mompox y Magdalena Medio le han dado al país en sus 23 ediciones. Pero la vigesimocuarta, a celebrarse entre el 11 y 16 de octubre próximo en Ocaña, Norte de Santander, marcará un antes y un después en las justas.
No es para menos. Por primera vez se celebrarán en una etapa de posconflicto, la que Colombia espera empezar a vivir desde marzo próximo con la anhelada firma en La Habana. De ahí que desde ya se estén ajustando todos los detalles de organización para que se convierta en una fiesta inolvidable.
Coldeportes ha estado presente en todas las ediciones con recursos y apoyo (en 2015 se destinaron 290 millones de pesos para su realización.). La semana pasada, el director del Departamento Administrativo, Andrés Botero Phillipsbourne, recibió en su despacho a una delegación encabezada por Ciro Rodríguez, representante de la Cámara por Norte de Santander, quien estuvo acompañado de Juan Carlos Arévalo, gestor social del municipio de Ocaña; Nelson López Durán, fundador de los Juegos, y Alfredo Romano, asesor de las justas.
Durante la reunión se analizaron distintos aspectos y los delegados tomaron nota de las sugerencias planteadas. "Fueron muy receptivos con las apreciaciones que se plantearon y una vez ajusten la propuesta, nos reuniremos de nuevo para seguir trabajando en la realización de los Juegos", destacó el máximo dirigente del deporte colombiano.
En la primera edición celebrada en Mompox en 1990, participaron nueve municipios. En la más reciente que se realizó el año pasado en San Alberto, César, fueron 60 municipios. El crecimiento evidente se refleja también en el número de departamentos impactados por esta gran iniciativa deportiva: nueve.
"Todo ese corredor ha sido utilizado por grupos al margen de la ley y gracias al deporte social comunitario se pudo llegar a esta zona de conflicto para apartarla de la violencia y unir a la población por medio de la actividad deportiva", destaca Víctor Félix Cedeño, coordinador del grupo de Deporte Social Comunitario de Coldeportes.
Desde 1997 ha participado de la organización de los Juegos, por lo que la experiencia acumulada le permite concluir que "la transformación que vive la comunidad es de un valor incalculable y poblaciones como Santa Ana, Cantagallo, El Banco, Yondó, Cicuco o Tamalameque, que han albergado las justas, aparte de cumplir con el compromiso les cambiaron la perspectiva a sus habitantes".
Según Cedeño, las competencias "se hacen más cercanas para la gente porque los deportistas se hospedan en las casas de familia y ese contacto permite que el entorno de todos los deportes sea mucho más cálido y ameno. El ambiente es de completa fraternidad y la rivalidad pasa a un segundo plano".
Deportes convencionales como atletismo de fondo y velocidad, ajedrez, baloncesto, fútbol, voleibol, patinaje o fútbol de salón, e igualmente actividades tradicionales y autóctonas (braceo en ciénaga, atarraya, dominó o bolo criollo), se podrán apreciar en octubre próximo en Ocaña, donde el deporte, una vez más, será herramienta de reconstrucción de tejido social.