El programa Convivencia y Paz de Coldeportes, ejemplo para la sociedad colombiana
Prensa Coldeportes
¿Qué le espera a Colombia después de la firma de la paz? ¿Cuál será el papel de la sociedad? ¿Está preparado el país para el posconflicto? ¿Quiénes son los llamados a liderar el cambio? Esas y otras preguntas más surgen día a día en un año que será histórico para la nación.
El deporte puede ayudar a resolverlas. Así lo demuestra el estudio de Beatriz Mejía Restrepo, de la Fundación Grupo Internacional de Paz, operadora del Programa Convivencia y Paz de Coldeportes.
El análisis titulado ‘Deporte y reconstrucción en el posconflicto colombiano’, advierte que "el Gobierno deberá apostarle al deporte con enfoque social como mecanismo que aporta a la garantía de no repetición, permite canalizar los miedos lejos de la agresión y promueve el uso de mecanismos institucionalizados de resolución de conflictos".
"El círculo de violencia ha afectado principalmente a niños y adolescentes que por décadas han sido expuestos a los riesgos del conflicto social que dejó en el país un 12 por ciento de la población como víctimas directas", agrega el escrito.
El Programa de Convivencia y Paz del Departamento Administrativo ha sido determinante para impactar positivamente a esa población, ya que contribuye con la formación integral orientada al fortalecimiento de las relaciones de convivencia, prevención de la violencia, el respeto por los derechos humanos y la construcción de la paz a través del deportes, la actividad física y el aprovechamiento del tiempo libre en niños, niñas y adolescente entre 7 y 17 años de edad.
El informe destaca igualmente, que "las dinámicas del conflicto han afectado a las comunidades en todas sus dimensiones, con especial destrucción de vínculos y lazos sociales, la confianza, la integración y el respeto por el otro".
"Hijos de padres inmersos en la guerra como militantes de grupos guerrilleros, paramilitares, militares o víctimas del accionar de los grupos armados al margen de la ley hoy podrían repetir ciclos de violencia de no generarse procesos de reintegración y reparación social que favorezcan la restauración de derechos", advierte Mejía.
De ahí que sugiera "indispensable generar dinámicas comunitarias de integración alrededor de actividades que promuevan nuevos valores. De esta forma, las estrategias de prevención tendrán un mayor impacto en la medida en que el entorno ofrece condiciones para el cambio".
Por lo tanto, concluye que "el deporte en su función social se convierte en un medio a través del cual se crean y consolidan espacios para la participación, gestión adecuada de las emociones y la resolución de conflictos".