Primeros 120 días de Clara Luz Roldán al frente de Coldeportes
Prensa Coldeportes
Si le preguntaran qué ha conocido de Bogotá luego de vivir poco más de tres meses en la capital colombiana, podría afirmar que el pulmón verde que se divisa desde su oficina del cuarto piso, la sobriedad del Salón de Gobelinos de la Casa de Nariño, los pasillos del Congreso o la sala de espera del aeropuerto El Dorado. Poco en realidad, pero es que hace mucho como directora de Coldeportes.
Desde que asumió el reto que le encomendó el Presidente Juan Manuel Santos en Cali a mediados de mayo, Clara Luz Roldán entendió que su compromiso con el deporte, el país y la paz se podía resumir en dos cifras: 7/24. La palabra descanso no tiene espacio en su agenda. Trabajar por una mejor Colombia es el impulso con el que se levanta a diario.
El día empieza muy temprano, casi siempre de madrugada, y termina con la luna nuevamente de testigo. Así trascurre el tiempo de alguien que estaba destinada para la historia. No sólo es la primera mujer en dirigir los destinos del deporte colombiano. Como ‘ministra’ del deporte colombiano, integrará el gabinete de la paz. Vaya reto.
No en vano, su primer acto oficial estuvo enmarcado por el blanco. En el municipio tolimense de Melgar encabezó la ‘Caminata por la Paz HEVS’, uno de los dos eventos masivos del Grupo de Actividad Física de Coldeportes, que promovieron la práctica de esta y así generar espacios de integración, bienestar, sana convivencia, salud, cooperación y solidaridad, pilares en la construcción de una sociedad pacífica.
Rodeada de más de 1.000 personas y en medio de banderas gigantes, música pancartas, arengas y alegría, Roldán en un recorrido de dos kilómetros se unió al deseo que durante décadas reclamó el país, reafirmado con el otro acto, ‘Me Muevo por la Paz’, que permitió disfrutar de una fiesta que mezcló artes marciales mixtas y rumba aeróbica.
Fue un primer contacto con la región, prioridad de su plan de trabajo, que vino a patentar gracias al programa bandera de la casa del deporte colombiano: Supérate Intercolegiados, dirigido a niños, niñas, adolescentes y jóvenes de 7 a 17 años, escolarizados y no escolarizados.
Qué mejor forma de acercarse al país entonces, que entregando incentivos a los campeones e instituciones educativas que ya en 2016 asciende a 37.433 y que desde este año incluyó en su plan a dos deportes de conjunto: fútbol y rugby.
En apenas cuatro meses, Roldán hizo estos reconocimientos en Pereira, Valledupar, Popayán, Medellín, Tunja, Bogotá y Cali, donde recalcó la importancia de Supérate Intercolegiados, que desde su creación en 2012 no sólo es foco de detección de talentos, también una herramienta que fortalece los procesos de inclusión y participación de los jóvenes en el deporte, alejándolos de la violencia.
Y como todos los caminos conducen a la misma ilusión, en medio de múltiples reuniones sostenidas con el comité directivo de Coldeportes, surgió la idea de crear una etiqueta que identificara en su administración y en redes sociales a Coldeportes. Sin llegar a imaginar que se convertiría en el lema de gestión: #ColombiaOroYPaz.
Tres palabras y un solo sentimiento que vino a florecer a plenitud en Rio. Antes del reto en Olímpicos y Paralímpicos, la máxima dirigente del deporte nacional acompañó al Presidente Juan Manuel Santos en la entrega del pabellón nacional a ambas delegaciones.
Aparte de asumir la responsabilidad de hacer historia, fue al encuentro de ella. Roldán advirtió que el Corcovado sería testigo de un antes y un después para el deporte colombiano. Se encargó de corroborarlo personalmente. Entonó el Himno Nacional en cuatro oportunidades gracias a las gestas de Óscar Figueroa, Caterine Ibargüen, Mariana Pajón y Carlos Daniel Serrano.
Fueron el broche dorado para las mejores representaciones de la historia con las 8 medallas convencionales y 17 paralímpicas que adornaron los podios con el amarillo, azul y rojo. Colombia se confirmó como potencia deportiva continental y la misión de la directora además de mantener el estatus, es proyectarlo a nivel mundial.
Orgullo y satisfacción hechos patria, producto de un trabajo en equipo en el que resultó definitivo gracias al fortalecimiento de la relación con los dos comités, Olímpico y Paralímpico. La unión promovida desde la dirección de Coldeportes, en definitiva, hizo la fuerza suficiente para hacerse invencibles. Por eso celebraron juntos que el primer mandatario anunciara al regreso de los medallistas de Rio, que para enero próximo de 250 pasarán a ser 400 los atletas del Programa Deportista Apoyado, cobijados además con seguridad social.
En el planeta ya reconocen lo que es el país a nivel deportivo y por eso los votos de confianza se repiten con mayor frecuencia. Y ahí ha estado el ente rector del deporte nacional para sellarlo. En infraestructura, por ejemplo, Roldán reafirmó el apoyo en la adecuación de los escenarios para los mundiales de BMX y Fútsal.
Como anfitriona, fue la encargada de darles la bienvenida a las distintas delegaciones internacionales que disfrutaron de la pista Antonio Roldán Betancur de Medellín, como también de los modernos coliseos El Pueblo de Cali, Iván de Bedout de la capital antioqueña y Bicentenario de Bucaramanga. Inversiones que rondaron los 23 mil millones de pesos demuestran el compromiso irrestricto del Gobierno para ofrecer más y mejores escenarios deportivos.
La directora de Coldeportes entiende del valor el entorno, como también de la importancia de fortalecer la imagen del país por medio del deporte y de ahí que se haya apersonado de los grandes retos que tiene el país con la región: los Juegos Bolivarianos de Santa Marta 2017 y los Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018. En ambas ciudades sede ha encontrado eco a su intención de organizar unas justas insuperables.
Grandes desafíos en el camino, que no ha sido ajeno a tropiezos. Roldán estuvo de acuerdo con retirar la Ley del Deporte que se tramitaba en el Congreso, convencida de que con el esfuerzo del equipo directivo y la participación de otros sectores que la legitimaran, a partir de la realización de mesas de trabajo temáticas, se pueda consolidar para potenciar aún más el Sistema Nacional del Deporte y sobre todo, brindarles mayores garantías a esos héroes de la patria llamados atletas.
Trabajo hay mucho por hacer. Desde las distintas direcciones de Coldeportes ya ha trazado directrices. En la de Fomento, por ejemplo, la misión es continuar impulsando los programas dirigidos poblaciones vulnerables como la de la persona mayor (Nuevo Comienzo), la recreación para primera infancia, el deporte social comunitario o campamentos juveniles, además de la capacitación al presente y futuro de la dirigencia deportiva en toda la geografía nacional con las jornadas académicas desde la dirección de Inspección Vigilancia y Control.
Pero como todo buen ejemplo empieza por casa, en este caso la del deporte colombiano, desde la Secretaría General se han fortalecido al interior de la entidad procesos administrativos que permiten que la gestión interna fluya hacia todo el país.
Con tantas tareas definidas, en proceso o por desarrollar, se entiende que cada día de Clara Luz Roldán se convierta en jornada maratónica y que la semana resulte insuficiente. Conocer algo más de Bogotá será un anhelo aún sin fecha en el calendario. No le importa en absoluto. Con abrir la ventana de su oficina y percibir el nuevo ambiente de reconciliación que se apodera del país, le será suficiente.
Está preparada para trabajar aún más fuerte porque ese aroma sosegado sea permanente y aunque sabe que apenas empieza su gestión, nada la hará más feliz que, con el paso del tiempo, la historia resalte que Colombia encontró en ella a la ‘ministra’ del deporte… Y la paz.