Nueve jóvenes boxeadores de Leticia representarán al país en un intercambio de experiencias en Estados Unidos, en marco de Diplomacia Deportiva
El saco le sacaba varios centímetros, con esfuerzo le llegó a la pera, pero no quiso recurrir a los escalones para saltar al cuadrilátero. Lo que le falta en estatura, le sobra en agilidad a John Alexander Rojas, quien a sus 13 años vivió en el coliseo de boxeo del Centro de Alto Rendimiento de Bogotá, un momento inolvidable.
John fue uno de los nueve seleccionados de la capital del Amazonas para representar al país en el primer intercambio de experiencias en boxeo, en las ciudades de Washington y Filadelfia, en Estados Unidos, pero en su alistamiento, están durante la presente semana en Bogotá para cumplir con una agenda cultural y deportiva.
"Soy un privilegiado al estar acá, todo se lo debo al deporte, al apoyo de mi familia y esto me servirá mucho para seguir creciendo en lo personal y también en el boxeo porque mi sueño es ser campeón del mundo", dice el menor de la delegación, que cursa sexto grado en el Inem de Leticia.
Tres criterios definen la selección de los equipos por parte de Cancillería. El primero es que los niños y jóvenes tengan al menos un año de proceso deportivo, que estén escolarizados y además mantengan buenas calificaciones, para luego entrar en una etapa de evaluación en territorio.
Los jóvenes de Leticia cumplieron con todos los requisitos y ahora de la mano de Gregorio Coelo, van por más. "De mis 27 años, 15 se los he dedicado al deporte y aparte de ser el primer boxeador profesional de Amazonas, tengo el inmenso reto de entrenar a estos muchachos", destaca el entrenador.
Está tan ilusionado como sus dirigidos y por eso espera al regreso compartir esta experiencia con más niños y jóvenes amazónicos, entendiendo que el objetivo de Coldeportes es además seguirles brindando acompañamiento tras el intercambio y así continuar su proceso de formación y capacitación. De ahí que varios de estos jóvenes pugilistas estén inscritos para el programa Supérate Intercolegiados.
"En este proceso todo lo que aprendamos vale mucho y aparte de mis sueños como deportista, quiero ser psicólogo porque ayuda a cambiar y a mejorar a las personas", agrega John con ansiedad de sobra, esa que no lo deja dormir en las noches imaginándose en la Casa Blanca o posando al lado de la estatua de Rocky Balboa. Se vale soñar despierto.