Prensa COC - Coldeportes
La mejor del bolo colombiano no pudo alcanzar el podio en individual de los Bolivarianos, pero además de reconocer el error de la estrategia, la puso feliz que los tres cajones se vistieran de amarillo, azul y rojo.
Al terminar la última línea no fue necesario mirar el tablero con los resultados finales. Dentro de sí sabía que el podio se había alejado demasiado. Entonces se tomó su tiempo para alistar todo en el maletín y antes de emprender camino hacia el camerino, felicitó afectuosamente a cada una de sus tres compañeras por apoderarse de todas las medallas en individual femenino del bowling bolivariano.
Ya sentada y en la soledad propia de quien mira la pista desde la grada, acudió al silencio para reflexionar. Fueron varios minutos, suficientes para que Clara Juliana Guerrero, la mejor bolichera de Colombia, digiriera un revés inesperado, pero del que sacó muchas lecciones, tal vez más de las que varios triunfos le podrían ofrecer.
"Lo importante es que Colombia ganara la medalla y tuvimos una gran actuación. Juliana Franco mostró reacción de bola en el oro; Rocío Restrepo tuvo un muy buen día, y María José y yo estábamos muy parejas al final, pero yo me equivoqué en la estrategia, luego arriesgué, pero igual estoy muy feliz por el país y por ellas", reconoce la campeona del mundo que esta vez tuvo que aplaudir en vez de ser aplaudida. (Escuchar audio)
El examen interno siempre es necesario en los deportistas de élite y ella lo es. "Hay que pensar en el futuro, ya lo de hoy pasó, aunque debo analizar qué pasó y en qué puedo mejorar, en qué fallé física o estratégicamente. Es obvio que no me sienta bien al haberme ido mal, pero ya hay que superarlo y hacer lo que siempre hago para las parejas de este jueves", dice convencida.
"Se escapó la individual, no estoy tan acostumbrada a no hacerlo bien y menos en unos Bolivarianos, pero días malos los tenemos todos, soy humana, soy atleta y no va a ser la última vez que juegue mal, pero lo importante es que hay que aprender siempre de la derrota y asumirlo con positivismo", agrega Clara Juliana, que debutó en los Bolivarianos de 1997 en Arequipa, Perú.
Son sus segundos Juegos como anfitriona y aún recuerda los primeros que se desarrollaron en el Eje Cafetero en 2005. "Jugamos en Pereira y las pistas fueron muy difíciles, no tengo los mejores recuerdos, así a Colombia le haya ido muy bien en el tablero general, pero en esta bolera de Cali todo es diferente, junto a la de Medellín que se hizo para los Suramericanos de 2010, son las dos mejores del país y siempre estamos contentos de volver acá", reconoce la deportista radicada en Austin, Texas.
Así viva con su esposo en Estados Unidos, cada vez que regresa al país, la invada una satisfacción inigualable y por eso admite que "siempre será mucho más emocionante jugar en tu casa porque el público te apoya, la familia te puede acompañar y es una sensación muy especial". "Acá jugamos los selectivos, tenemos un poco de ventaja al conocer las pistas y ojalá puedan llegar muchas más medallas", agrega optimista.
De los Bolivarianos espera sacar impulso extra, porque terminado este reto, se viene uno mayor: "el 23 de noviembre nos vamos todos, rama femenina y masculina, para el Mundial en Las Vegas, y apenas terminemos allá, a los dos días volveremos a Colombia al selectivo para la Selección Colombia de 2018 que tiene Suramericanos y Centroamericanos".
Será mucho tiempo lejos de su hogar, pero este año, a diferencia de los últimos tres, pasará fiestas en su natal Armenia en compañía de su amor y seres queridos. Motivación entonces le sobra, como también certeza de que el deporte, como la vida misma, siempre da una nueva oportunidad. Esta vez le tocó probar lo amargo del tropiezo, pero así podrá deleitar mejor el dulce sabor de la victoria venidera.