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Manizales, 15 de septiembre de 2023. Los ciclistas de ruta que participarán en los XXII Juegos Deportivos Nacionales y VI Juegos Paranacionales este 18, 19 y 20 de noviembre, están a punto de embarcarse en una travesía única y desafiante: competir en las carreteras que atraviesan el impresionante paisaje cultural cafetero en los departamentos de Caldas, Risaralda y Armenia.

Foto: El verde de sus montañas y olor a café pondrán el toque especial
El ciclismo en el corazón del

Estas imponentes vías son conocidas por sus ascensos desafiantes y descensos vertiginosos, será el escenario donde estos atletas demuestren su valentía y resistencia. Cada pedalazo será una batalla contra la gravedad, una lucha por alcanzar la cima de las montañas que coronan esta región. La competencia se intensificará a medida que los ciclistas luchan por la posición y se apoyan en sus compañeros de equipo.

Las montañas del paisaje cultural cafetero no conceden tregua. Las curvas serpenteantes y los tramos empinados pondrán a prueba la destreza de los ciclistas, mientras el paisaje cambia a cada vuelta de pedal.

La lucha contra el reloj será feroz y los ciclistas buscarán superarse a sí mismos en cada kilómetro recorrido. Estas vías se convertirán en un campo de batalla donde la estrategia y la valentía se unirán para determinar quién cruzará la línea de meta en primer lugar. La competencia estará marcada por momentos de tensión, pero también por gestos de camaradería entre los deportistas.

La salida desde Armenia, que atravesará Pereira y llegará a Manizales, en Chipre, donde finalizará la carrera, será un triunfo no solo para los ganadores, sino para todos los que participarán en esta hazaña deportiva. La emoción se desbordará mientras los ciclistas cruzan la línea de meta, sus rostros empapados de sudor y satisfacción. Las miradas de orgullo en los ojos de los espectadores serán un reflejo del esfuerzo sobrehumano que presenciaron.

Más allá de la competencia, esta jornada quedará grabada en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de presenciarla, no solo es un desafío físico, sino una experiencia que celebra la belleza del paisaje cultural cafetero y la pasión del ciclismo de ruta. Es un homenaje a la determinación, al coraje y al espíritu deportivo.

El verde de sus montañas y olor a café pondrán el toque especial en un escenario donde la grandeza de la naturaleza se entrelaza con la grandeza de los deportistas, donde el esfuerzo se encuentra con la recompensa en forma de victoria y donde el ciclismo se convierte en una epopeya que perdurará en el tiempo, en la memoria y en el corazón de todos los que fueron parte de esta inolvidable competencia.