El equipo de balonmano perdió a una integrante antes de encarar la competencia en Barranquilla
Prensa Supérate Intercolegiados
Faltaban unos minutos para iniciar el último partido de balonmano de la final nacional de Supérate Intercolegiados en el coliseo del colegio Sagrado Corazón, de Barranquilla. Las atletas del colegio Comfandi, de Yumbo, Valle, y las deportistas de la I.E. Agropecuaria Gustavo Posada, de Istmina, Chocó, se disponían a jugarse la medalla de oro.
"Para ellas fue una noticia muy dolorosa porque era su compañera, amiga, hermana… En el equipo son como una familia, pero al mismo tiempo fue un impulso para enfrentarnos a los demás equipos, nos llenó de energía y es la mejor forma de honrarla, a esa persona maravillosa que está en el cielo", cuenta emocionada Karina Mosquera, profesora de la delegación chocoana.
La docente asegura que Supérate ha sido determinante en sus vidas. "El programa nos ha permitido desarrollar este deporte en la región, pues aunque no es autóctono, nos estamos volviendo fuertes en esta disciplina", afirma convencida.
"Nos permite mostrar los deportistas, sacarlos de sus veredas y que ellos vean a través de estos juegos que los sueños se cumplen cuando se trabaja a conciencia, con amor y dedicación. Dios nos brinda esas oportunidades de aprender y de relacionarnos con otras personas, a crecer como atletas y como equipo", agrega.
En el 2017, al ser campeonas nacionales, viajaron a los Juegos Sudamericanos Escolares de Cochabamba, Bolivia. Era la primera vez fuera del país para todas ellas y como Selección Colombia. Este año, como juveniles, lograron la medalla de plata con un apretado resultado de 26-25 a favor del colegio Comfandi de Yumbo.