15.17 metros le bastaron a la colombiana para colgarse el oro olímpico
Equipo de Prensa COC-Coldeportes
En su palmarés deportivo solo le faltaba la medalla de oro olímpica. A Rio llegó con la suficiente confianza para lograr el objetivo de obtenerla e izar en lo más alto el tricolor nacional.
De entrada era la favorita a ocupar el lugar más alto en el podio. A su talento innato le sumó la inagotable sonrisa que siempre la acompaña, la misma que este domingo se multiplicó 48 millones de veces.
Con sus saltos llegó sin problemas a la final. Para los últimos tres saltos clasificaron la griega Paraskevi Papahristou, la israelí Nanna Knyazyeva, la portuguesa Patricia Mamona, la jamaiquina Kimberly Williams, la estadounidense Keturah Orji, la kazaja Olga Rypakova, la venezolana Yulimar Rojas y la bicampeona mundial colombiana, Caterine Ibargüen.
El cuarto salto, para las ocho finalistas, inició con saltos normales, en el promedio de los tres iniciales, hasta que llegó el turno de Yulimar. La del vecino país presionó a la colombiana porque saltó 14 metros con 98 centímetros. Ese registro se convirtió en motivación para la paisa. Fue el primer acercamiento al oro, debido a que la nuestra marcó 15 metros y 17 centímetros, sus mejores números de la temporada en el triple salto.
Para el quinto intento, de la cuarta a la octava todo siguió sin novedades y siempre se esperaban a las tres mejores: Rypakova, Rojas e Ibargüen. La kazaja mejoró un centímetro su marca: 14,74 metros. La venezolana se reportó con 14,66 y la colombiana lo hizo con 14,76. Tres veces había superado el mejor registro de la defensora de la medalla de oro, Olga Rypakova.
Y el salto final llegó. Las cinco primeras en hacerlo, como fue costumbre, no la pusieron en riesgo. Rypakova no superó su mejor marca, por lo que se quedó con el bronce y dejó el duelo entre la venezolana y la colombiana. Yulimar Rojas saltó 14,95 y con ese resultado Caterine ya era oro. Ya era campeona olímpica, con un salto por cumplir.
Caterine tomó carrera, levantó sus brazos, empezó a aplaudir y todo el estadio la acompañó, en medio de las palmas emprendió su hazaña. Zancada tras zancada el público hizo más ruido, llegó a la tabla de batida, pisó en el espacio permitido, dio el primer salto, luego el segundo y en el tercero voló por la gloria, voló por el oro, registró 14,80 metros y con el 15,17 del cuarto intento se colgó la medalla. Se convirtió en la reina del atletismo colombiano.
"Gracias a todo el pueblo colombiano por tanto apoyo. Este triunfo se lo dedico a mi madre, a mi abuela, a mi sobrina Angie y por supuesto a todos los que siempre han creído en mí. El respaldo ha sido fundamental, por eso le agradezco también a Coldeportes por el acompañamiento que me ha brindado. Hoy demostré que cuando uno cree, puede cumplir los sueños", aseguró la campeona olímpica.
Con este logro, la colombiana completó un Ciclo Olímpico perfecto, con dos títulos mundiales, tres coronas de la Liga Diamante, oro en los Juegos Centroamericanos Veracruz-2014, oro en los Juegos Panamericanos Toronto-2015 y oro en los Juegos Olímpicos Rio-2016. No hay duda, es la mejor del mundo y es colombiana.
"Estamos muy agradecidos con todo el Sistema Nacional del Deporte en cabeza de Coldeportes y de su directora Clara Luz Roldán, con el Comité Olímpico Colombiano, el Gobierno Nacional y en general con todos los que nos han respaldado. Este triunfo es de todos los colombianos, es el fruto de una inversión que nos está llevando a alcanzar la paz", manifestó Ramiro Varela, presidente de la Federación Colombiana de Atletismo. (Escuchar audio)