Ernesto Lucena Barrero
Estimada comunidad deportiva:
A todos los que hoy hacen parte del Sistema Nacional del Deporte: Atletas, entrenadores, médicos, fisioterapeutas, dirigentes y familias de nuestros deportistas, que nos ayudan día a día a soñar con un futuro para nuestros hijos y nuestra sociedad en armonía con los valores que conlleva esta exigente disciplina, quiero enviar un mensaje de cariño y solidaridad.
Así como nuestros campeones nos lo enseñan con cada una de sus hazañas, debemos asumir este reto de nuestra historia con el objetivo siempre en nuestra mente. Este es un camino muy complejo que vamos a recorrer como sociedad, como equipo, como compañeros y educadores, con la paciencia indeclinable de quien mira la cumbre sin perder la esperanza.
En estos tiempos de tempestad, tenemos que saber relevar de acuerdo con las fuerzas de cada uno, hay que tomar impulso para saltar los obstáculos, sobre todo este salto sin altura definida contra un obstáculo invisible, el partido contra un contrincante inesperado y muy difícil de leer. Debemos soportar el peso del presente que se descarga sobre nuestros hombros como un hierro olímpico, esta sociedad la vamos a defender con la disciplina y el pundonor que aprendimos en la carrera y en el combate.
Es el momento de asumir el sufrimiento de los demás como propio, es la hora de darnos cuenta de que cualquier movimiento incorrecto de un miembro del equipo puede dar al traste con la victoria.
Hoy más que nunca vamos educar con el ejemplo, con nuestros valores, vamos a mostrar la resiliencia, empatía, trabajo en equipo y optimismo que nos caracteriza en las grandes competencias mundiales, ese es nuestro reto, vamos darlo todo por nuestra sociedad, por esta Colombia que tanto amamos.
Estoy seguro que nosotros, con ese corazón que hace vibrar a Colombia, saldremos de esta situación y que, desde nuestros ámbitos podremos liberar toda nuestra fuerza para cambiarnos la vida, porque este contratiempo, mucho más que una crisis, es una nueva oportunidad para aprender a trabajar por los demás, dejando en nuestro equipo hasta el último resquicio de nuestras energías.
Espero como ministro y como amigo del deporte, brindar mi apoyo, ser un colaborador y un instrumento para sincronizar los esfuerzos que unen a Colombia.
¡Vamos país!, Todos por Colombia, que nos estamos jugando el partido de nuestras vidas.