Bogotá (11 de julio de 2019). Wimbledon, el templo del tenis. Único lugar en el que todos sus participantes compiten de blanco por una norma establecida desde 1963 para hacer frente a los colores que se iban expandiendo por la época y mantener la vigencia del tenis como el deporte blanco. Este torneo, en el que han reinado figuras como Roger Federer, Novak Djokovic, Pete Sampras, Rod Laver, Bjon Borg y otros grandes exponentes, hoy pone los ojos en dos colombianos: Juan Sebastián Cabal y Robert Farah.
La dupla maravilla, que vienen de ganar el Torneo de Eastbourne, el Masters 1.000 de Roma, el Open de Barcelona y jugar semifinales en Roland Garros, este jueves hizo historia para el país: se convirtió en la primera pareja de colombianos en llegar a la final de Wimbledon tras superar en semifinales al sudafricano Raven Klaasen y al australiano Michael Venus con parciales de 6-4, 6-7, 7-6 y 6-4.
Fue un partido cerrado, que se definió por cosas mínimas: el primer set fue en el deuce del noveno game, en el que los colombianos pudieron quebrarle por primera vez a Klaasen y Venus con tiro cruzado de Farah, que dejó sin opción a la dupla australo-surafricana. Gracias a la victoria en ese game, la dupla nacional aprovechó su juego de saque para quedarse con la primera manga en 41 minutos.
El segundo set tuvo más oportunidades por lado y lado. Primero Cabal y Farah vivieron un momento pletórico: se impusieron en el segundo, tercer y cuarto game. Pero la respuesta de Klaasen y Venus fue inmediata: victoria en el quinto, sexto y séptimo, para ponerse arriba 4-3. Fue cuando se volvió a cerrar el encuentro hasta que llegaron a tiebreak, donde los tenistas australiano y surafricano se impusieron después de 47 minutos.
A pesar de caer en el segundo, los colombianos no desentonaron y mantuvieron el pulso en el juego de saques con Klaasen y Venus. Ninguno cedió a lo largo de los 12 games que se disputaron en el tercer set. Cada dupla defendió bien su servicio hasta llegar nuevamente al tiebreak, en el que Cabal y Farah demostraron su fortaleza y buen fondo físico. Superaron a la dupla australo-surafricana por 7-2 para retomar la ventaja.
El entusiasmo creció, los ojos de los colombianos brillaron podían saborear la final, pero la concentración siempre se mantuvo y salió a relucir el temple de ambos tenistas en el cuarto set. Comenzaron quebrando y lo ratificaron con su juego de saque, que mantuvieron hasta el final, hasta esa bola en la que Farah con un salto, picó la pelota y le dio la victoria a los colombianos.
Juan Sebastián Cabal y Robert Farah llegaron así a su segunda final de un Grand Slam y lo hacen en un lugar lleno de mística como lo es Wimbledon. Esta dupla, que ha tocado el cielo con las manos y ha sabido levantarse de las adversidades, sigue demostrando que Colombia, es tierra de atletas.
