
Foto: Doña Cecilia Ortiz de Buitrago es un ejemplo para grandes y chicos
Con su arte en Nuevo Comienzo,
jueves, 14 de diciembre de 2023
La colombiana de oro, como la han denominado en Chigatá -su pueblo- atrae todas las miradas por su gran capacidad artística y su nobleza, digna de admirar.
Miryan Lora, periodista Deporte Escolar
Bogotá, 14 de diciembre de 2023. Doña Cecilia Ortiz de Buitrago es un ejemplo para grandes y chicos: es una artista, de 75 años de edad, que desde hace 20 se dedica a la elaboración de cuadros con la técnica del bordado guatemalteco en lana e hilo. La inspiran en la elaboración de sus diseños la religión católica y los paisajes naturales.
En diálogo con el Ministerio del Deporte, esta mujer, con mirada tranquila y una paz que irradia por donde va, contó que es la primera vez que participa del encuentro Nuevo Comienzo y, como bien lo indica, para ella es otro motivo para vivir.
Con voz nostálgica y, a la vez, con esa chispa que dan los años de experiencia y sabiduría, narró que todo empezó con un momento muy difícil en su vida: el fallecimiento de su amado esposo, Pedro Pablo Buitrago, con quien duró 40 años de casada y tuvo a sus seis hijos, cuatro hombres y tres mujeres. Fue un matrimonio feliz y tranquilo, y como dijo el padre el día de la boda, "hasta que la muestre los separe"; y así fue. "Me dio muy duro su pérdida, fue algo inesperado, yo iba con él el día del accidente. Ese suceso cambió mi vida", aseguró.
Doña Cecilia, con una gran sonrisa, recordó sus comienzos en su arte, lo que con el paso del tiempo se convirtió en una salvación. "Eso sí que fue un nuevo comienzo. Para ese entonces, el SENA estaba dictando unos cursos de manualidades y me inscribí. Estaba buscando la manera de escapar a la tristeza, superar el dolor y no pensar; cuando uno está haciendo algo, la mente se concentra en eso y no está con tantos pensamientos. Me encerraba en mi cuarto a bordar, a tejer y a realizar mis cuadros. Además, tenía que ingeniármelas para generar ingresos. Para mí, eso se convirtió en una terapia, no pensaba, solo miraba cómo me iba quedando el trabajo".
Como artista, no solo se dedica a la elaboración de cuadros tejidos y bordado guatemalteco, sino también a todo tipo de manualidades, como la de realizar adornos con icopor, flores tejidas en croché y telas, manteles, arreglos navideños, cojines bordados en cintas, pendones en lentejuela y mucho más. Sin embargo, lo que más le gusta es tejer los cuadros porque tienen más valor, es un trabajo de seis a ocho meses y, así mismo, el precio: pueden costar alrededor de los dos millones de pesos o más, todo depende del tamaño, el diseño y el tiempo que se demore en realizarlo.
Doña Cecilia, la colombiana de oro, como la han denominado en su pueblo, Chigatá, Norte de Santander, por su gran capacidad artística; ha participado durante más de 20 años en las ferias que se realizan en el municipio, dando a conocer el arte que elabora con pasión y esa habilidad única, propia de artistas y que la han hecho merecedora de medallas y trofeos.
Y es precisamente por ese innegable talento artístico, de manos prodigiosas, que doña Cecilia fue elegida desde la fase municipal de la herramienta de transformación social, Nuevo Comienzo, del programa de Recreación del Ministerio del Deporte, avanzando a la fase departamental, que se llevó a cabo en el municipio de Villa del Rosario, donde compitió con otros adultos de los 40 municipios que conforman el departamento. Allí, ganó el primer lugar y así logró participar del XXIV Encuentro Recreativo Nacional de Persona Mayor en Valledupar.
Vive con una hija -de 46 años- y dos nietos, la mayor tiene 18 y el menor 11, quienes son su orgullo y, a la vez, la admiran por su tenacidad, como una mujer fuerte y una alegría que la caracteriza. Constantemente recibe felicitaciones por sus logros de sus otros hijos y nietos. "Todos ellos me quieren y me admiran por mi trabajo, son 15 nietos en total y cuatro bisnietos, a todos les trasmito mi conocimiento, también les enseño. Tengo una nieta que vive en Estados Unidos y hace unas camisetas decoradas con bordados y eso sí que ha gustado allá, le ha ido muy bien. Eso es un éxito", aseveró.
Finalmente, esta mujer, fuente de inspiración y con una resiliencia digna de admirar, se refirió al encuentro en Nuevo Comienzo: "es la primera vez que vengo a Valledupar, el clima es delicioso, este encuentro es muy bendecido por Dios, la gente es atenta y curiosa, han gustado bastante mis cuadros. Me gustaría llegar a todos los eventos que me inviten. Con mucho cariño y honor hago mi trabajo. Soy mujer de mucha fuerza y aptitud, quiero a toda la gente que me rodea".
Es así como la recreación se convierte en un espacio fundamental para la persona mayor, aportando al bienestar integral de este grupo poblacional, permitiéndoles una calidad de vida plena y activa, mejorando su salud física y mental.
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