Prensa Mindeporte
Miércoles 15 de noviembre de 2023. "Recuerden esas madrugadas a las 5:00 a.m., ellas defienden su casa, ustedes una bandera: ¡Vamos Antioquia!", con esas palabras en la gradería los seguidores antioqueños tocaron las fibras más sensibles del seleccionado de su región: el compromiso, dedicación, entrega y todos esos valores con los que estas 18 jugadoras día a día construyeron el sueño nacional.
Este miércoles ese sueño se cumplió: ¡Campeón, Antioquia campeón! Fue el grito que silenció la algarabía quindiana, que colmó el Coliseo del Sur, en Armenia, con el anhelo de ver a la selección de su departamento sumar una nueva medalla de oro. Y la ilusión era grande, después de la impensable victoria del martes frente a Valle, uno de los favoritos a la corona en esta disciplina. "La ventaja de estar frente a tu público, es que rindes al 110 % gracias a ellos", destacó en el comienzo de los Juegos, el luchador, Carlos Zorrilla, medallista de oro en más 85 kg.
Aunque Quindío se batió como un león frente a los 5.500 espectadores en tribuna, la experiencia de las antioqueñas fue más allá, lideradas por Susana Estrada y Mariana Vargas, manejaron el ritmo del compromiso, nunca se sobresaltaron y terminaron con una ventaja de 11 goles, que las llevó a lograr su tercer título consecutivo en Juegos Nacionales, un oro que vienen defendiendo de los juegos que se realizaron en Ibagué y Chocó.
El aplomo de sus jugadoras fue el fiel reflejo de la buena química que tiene el equipo, que se despliega como una sinfonía armoniosa que eleva el rendimiento colectivo a un nivel superlativo. Es más que la suma de habilidades individuales; es la fusión de corazones, mentes y esfuerzos que crea una energía inigualable, todas tienen claro el norte, el objetivo y todas apuntan hacia él, con el mismo compromiso que cuando llegaron al equipo, lo que quedó rubricado en cada encuentro del campeonato de Juegos Nacionales.
Desde el día uno, su paso fue constante y firme con una victoria 68-13 frente a Chocó. Empató con Valle a 22 puntos; superó, en semifinales, a Bogotá 40-30 y esta noche en la final le ganaron 28-17 a Quindío. En total, fueron 158 goles anotados y 82 en contra. Dominio absoluto. Así queda claro que la unión y la química son factores fundamentales para alcanzar las metas trazadas y hoy Antioquia disfruta gracias a ellas. Un campeón que defendió con orgullo, una bandera.