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Cartagena, 5 de diciembre de 2019. -Las hermanas Andrea y Claudia Galindo son toda una institución en la historia del voley playa en Colombia y de los Juegos Nacionales.
Ellas se acaban de coronar campeonas en el torneo que se disputó en las playas de La Boquilla, pero Andrea, la mayor de las dos hermanas, recibió la medalla de oro, se quitó el traje de baño y se puso la sudadera de la delegación, no para estar como deportista disfrutando de las competencias de sus compañeros.
Apenas terminó su participación se apoderó de la delegación, como gerente del equipo bogotano, tanto en los Juegos Nacionales como en los Paranacionales, un rol que quizás la estresa más que cuando en un partido del vóley playa, el set va 20-20.
"Cada cosa tiene un grado estrés a su manera. Estoy acostumbrada al estrés competitivo, pero manejar una delegación tan grande y siendo la capital del país es todo un reto, pero hemos podido solventar todas las dificultades y sacarlas adelante", considera Andrea.
En esta nueva faceta debe estar pendiente de todos los detalles, para que los atletas solo se preocupen por competir. "De acuerdo a las necesidades de cada deporte, tratamos de que todos tengan lo necesario y a tiempo, porque tenemos que cumplir también como institución", recalca Andrea.
Después de competir, hasta el 18 de noviembre, no se le ve con balones, sino con el celular, que no le para de sonar. La interrumpen en todo momento y camina de lado a lado resolviendo temas administrativos, de transporte, de hidratación, de logística, pero a pesar de todo ese trajín, no deja de pensar en la meta de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
"Claramente tenemos el objetivo de clasificar a los Juegos Olímpicos, pero por ahora tengo la cabeza al frente de esto y mi faceta como atleta me permite resolverlo todo entendiendo más las necesidades de ellos", recalca.
