martes, 30 de noviembre de 2021
Fernando Moleda, institución del juzgamiento en este deporte, vive largas temporadas fuera de casa. Una foto con su nieto en el fondo de pantalla de su celular sirve de recarga emocional para continuar trabajando por el deporte continental.
Prensa Mindeporte
Palmira, martes 30 de noviembre de 2021. Arrancó el tenis de mesa en los Panamericanos Junior y hay una cara conocida dentro de la ciudadela deportiva Ramiro Echeverry Sánchez, pues es sinónimo de tradición y memoria dentro de su programa de competencias.
Habla con todos, recibe abrazos fraternales de atletas, entrenadores y colegas de todos los países del continente, son una familia. Él es Fernando Moleda, uruguayo de nacimiento, árbitro ITTF (InternationalTennis Federation) y director de reglas y arbitraje de la Confederación Suramericana de Tenis de Mesa desde hace más de 11 años.
Ha recorrido el mundo con la disciplina, hecho que le permite consolidarse como uno de los jueces con más trayectoria de la región.
Llegó al tenis de mesa "como todos, jugando poco a poco", pero decidió no ser atleta y tomar el camino del juzgamiento. Su debut fue precisamente en Colombia, en los Juegos Suramericanos Medellín 2010. Dice que por un inconveniente interno, la organización se vio en la necesidad de llamar árbitros internacionales y fue ahí cuando lo convocaron.
A partir de ese momento, su vida se volcó hacia el tenis de mesa. Empezaron los viajes y su relación con su familia adoptiva, esa que tiene hermanos, primos y tíos de diferentes países. Viaja con ellos. Y aunque sus seres queridos lo esperan en Uruguay, él disfruta lo que el deporte le ofrece. Igual, para combatir la nostalgia, la foto con su nieto como fondo de pantalla en su celular, sirve de terapia.
Estuvo en los Juegos Olímpicos Rio 2016, ha tenido la posibilidad de ver el potencial de los atletas pertenecientes a diversas confederaciones y, aún así, resalta lo que ha visto en Cali. "Aquí hay campeones ya. El potencial panamericano ya es reconocido a nivel mundial, la proyección es bastante positiva", agrega.
Su carisma invade el coliseo en el que se desarrolla el deporte desde este martes hasta el próximo domingo, con la participación de 22 delegaciones en las que, por supuesto, está Colombia.
Del tenis de mesa rescata la amistad que se genera entre jugadores. "Ellos son amigos afuera y en el momento de jugar saben que tienen que competir, pero salen y vuelven a tener esa amistad de nuevo", afirmación que la esencia de los Juegos Panamericanos y del deporte en general, como herramienta para unir naciones y crear alianzas fraternales.
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